Cuando se habla de The Beatles, siempre se menciona que George Harrison era el más mexicano de toda la banda, y esto se debe a que su segunda esposa, Olivia Trinidad Arias, tiene profundas raíces en este país.
Ella llegó a la vida del músico en un momento en el que estaba deprimido y sumido en un mundo de drogas a raíz del éxito de la banda y el fracaso de su primer matrimonio.
La pareja se habría conocido en 1974 en una fiesta de la disquera Dark Horse en la que Olivia era secretaria. Decepcionado por la traición de Paty Boyd y Clapton, antes de intentar cualquier cosa con la joven, cinco años menor, el beatle habría contratado un detective privado para que la investigara.
Lo único que encontró el detective es que la joven era devota de la meditación y parte de una familia modesta de origen mexicano que había emigrado a California. Su madre era costurera, su padre tenía una tintorería y sus abuelos, originarios del estado de Guanajuato, sembraban maíz en el patio de la casa.
Gracias a la joven, Harrison empezó a conocer la cultura mexicana y se enamoró de la música regional. También dejó el mundo de las drogas para empezar una vida más espiritual que en 1978 llevó a la pareja a emprender un viaje a la India. A su regreso tuvieron su único hijo y poco tiempo después se casaron.
Un atentado y el cáncer
La pareja vivió años de relativa tranquilidad hasta que en 1997 Harrison fue diagnosticado con cáncer de garganta. A partir de entonces, la pareja recorrió las principales ciudades del mundo en búsqueda de un tratamiento que pudiera ayudar a curar la enfermedad, sin embargo, sólo consiguieron que el músico pasara sus últimos años de la mejor manera posible.
Pero esa no fue la única desgracia por la que tuvo que pasar la pareja, en la Navidad de 1999, un fanático entró a su casa y apuñaló al música en distintas ocasiones ante la mirada de Olivia, quien empezó a golpear al atacante con una lámpara hasta que logró vencerlo.
Sin embargo, Harrison no pudo vencer la batalla contra el cáncer y falleció el 29 de noviembre de 2001 en compañía de su esposa y su hijo.
"George estaba muy enamorado de México, de su música sobre todo, entonces empezamos a ver películas mexicanas y el se sentaba con su guitarra y tocaba junto con Los Panchos. Disfrutaba y entendía la música a través de los acordes y sentimientos", dijo Olivia en 2016 durante una visita al Durante la 14 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde presentó el documental "Living in a Material World" (Viviendo en un mundo material), sobre la vida de su marido.
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