Fotografía de archivo en la que se registró a un obrero en la construcción de una edificación, en Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni
Fotografía de archivo en la que se registró a un obrero en la construcción de una edificación, en Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni
(juan ignacio RONCORONI/)

Luego de no haber acuerdo entre empresarios y sindicatos en la reunión que mantuvo la semana pasada el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, el Gobierno Nacional volvió a establecer los aumentos del salario mínimo que regirán en los próximos meses.

A través de la Resolución 13/2024, publicada este viernes en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo fijó los incrementos para el haber mínimo, que se encuentra un mínimo en 30 años y además sirve de referencia para programas sociales. A partir del 1° de julio ascenderá a $254.231,91, para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo; mientras que para los trabajadores jornalizados, la hora subirá a $1.271,16.

Desde el 1° de agosto, el sueldo mínimo llegará a $262.432,93 (jornada completa) y $1.312,16 (por hora, para los trabajadores jornalizados). Para el mes de septiembre se fijó en $268.056,50 y $1.340,28, respectivamente.

Finalmente, en octubre el salario mínimo llegará a los 271.571,22 pesos. Y la hora, para los trabajadores jornalizados, se abonará $1.357,86.

En la resolución oficializada esta madrugada, el Gobierno estableció que “la Prestación por Desempleo, para los trabajadores convencionados o no convencionados, será equivalente a un 75% del importe neto de la mejor remuneración mensual, normal y habitual del trabajador en los seis (6) meses anteriores al cese del contrato de trabajo que dio lugar a la situación de desempleo”. “En ningún caso la prestación mensual podrá ser inferior al 50% del Salario Mínimo Vital y Móvil vigente, ni superior al 100% del Salario Mínimo Vital y Móvil vigente”, se aclaró.

El Poder Ejecutivo explicó que volvió a fijar el valor de los sueldos tras no haberse llegado a un acuerdo en la reunión del Consejo del Salario entre los representantes gremiales y el sector empresario. Los sindicatos agrupados en la CTA Autónoma había pedido un aumento del 265% y un salario bruto de 855.762 pesos, solicitud que fue rechazada por los empleadores.

El último antecedente había sido a fines de abril y tampoco se había llegado a un acuerdo, al igual que en la convocatoria de febrero, por lo que el Gobierno nacional fijó un aumento del 15% entre abril y mayo, llevándolo a $234.315,12. Para los empleados jornalizados, la hora aumentó a 1,171,58 pesos.

De acuerdo a un informe del Centro de Investigación y Formación (CIFRA) de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), que encabeza Hugo “Cachorro” Godoy, el salario mínimo tiene un poder de compra 32,1% menor del que tenía en noviembre del año pasado, ya que “los aumentos nominales sumaron 60,5% respecto de noviembre de 2023, cuando en el mismo período se proyecta acumular una inflación superior al 136%”.

“Esta pérdida se suma a las importantes reducciones que tuvieron lugar en años previos, que superaron el 10% anual en los años 2018, 2019 y 2020. Así, en julio de 2024 el salario mínimo real se ubicó 43,0% por debajo del nivel que tenía en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 56,4% por debajo del de noviembre de 2015″, aseguraron.

Asimismo, el estudio indicó que en lo que va del año, el salario mínimo en términos reales fue 53,1% menor que en 2015 y está en el nivel “más bajo de las últimas tres décadas”. Y agregó: “El valor es inferior incluso al vigente durante la mayor parte de la década de 1990. En ese entonces, como ahora, el nivel era tan bajo que este instrumento había perdido su rol como piso salarial, tal como se buscaba desde un gobierno que bregaba por la desregulación y flexibilización del mercado de trabajo”.

“El retroceso histórico se evidencia también en la comparación del salario mínimo con las líneas de pobreza y de indigencia”, señalaron y sostuvieron que “este salario sólo sería suficiente en julio para comprar el 56,8% de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y un 25,6% de la canasta de pobreza, relaciones comparables a las vigentes en la crisis final de la convertibilidad en 2001/2002″.

Al respecto, la canasta básica del Indec, que mide la línea de indigencia, para un adulto se ubicó en 127.288 pesos en junio, mientras que para una familia de 4 personas llegó a los $393.319. En el caso de la canasta básica total, que contiene los bienes y servicios necesarios para no ser pobre, los valores alcanzaron $282.579 y $873.169, respectivamente.

Desde la CTA consideraron “si no hubiese tenido lugar la pérdida de poder de compra del salario mínimo sucedida desde fines de 2015 a la fecha, en el actual mes de julio este salario hubiera sido prácticamente de $540.000 y hubiese representado más del 143% sobre la canasta básica alimentaria aludida”.

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