Ramiro Castiñeira
"Desde el 2002 a la fecha el Estado se “comió” toda fuente de financiamiento. Ya no hay reservas, no hay AFJP, no hay crédito externo y ahora el Presidente está cambiando todo el ahorro privado en bancos por Leliq"

Los últimos datos provenientes del agro dieron cuenta de que el efecto contractivo que provocó la sequía sobre la producción y exportaciones del sector y su repercusión sobre el resto de la economía han sido notablemente peores a los que se anticipaban, al punto que fue tema de consideración por el staff del Fondo Monetario Internacional, para flexibilizar las metas de reservas del Banco Central y déficit fiscal comprometidas en el acuerdo de préstamo con Facilidades Extendidas firmado en marzo 2022 y ratificado posteriormente por el ministro Sergio Massa.

Y si bien la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, destacó: “Tenemos el compromiso del Gobierno de continuar afinando las políticas a la luz de las condiciones en las que se encuentran”, muchos economistas locales advierten que no se están tomando todas las medidas necesarias para atenuar el impacto del menor aporte del agro al crecimiento de la actividad y al saldo de la balanza comercial para acumular reservas en divisas en el Banco Central; así como para revertir la aceleración de la inflación, en particular en el cotejo con el año previo.

En diálogo con Infobae, el economista Ramiro Castiñeira, director de la consultora Econométrica, dijo “Lo raro no es que la inflación suba, lo raro es que 80 años después todavía se insista con este rumbo”.

— El Relevamiento del BCRA de Expectativas de Mercado (REM) elevó fuerte la estimación de inflación en el cotejo interanual para 2023 y 2024, pero espera que desde mayo se estabilice en 6% por mes ¿Qué piensa?

— En el actual modelo económico que se reinstauró en 2002 la inflación siempre sube. Arrancó en un dígito y 21 años después vemos cómo llegó a los tres dígitos y va por más. No puede sorprendernos, cerrar la economía y darle al gasto público todo financiado con maquinita siempre terminó igual. La inflación nunca baja en este modelo y nunca se estabiliza, sólo sube. Sea Perón, Isabelita, Néstor, Cristina o Alberto, la inflación nunca bajó en este modelo económico. Lo raro no es que la inflación suba, lo raro es que 80 años después todavía se insista con este rumbo.

“En el actual modelo económico que se reinstauró en 2002 la inflación siempre sube”

Desde el 2002 a la fecha el Estado se “comió” toda fuente de financiamiento. Ya no hay reservas, no hay AFJP, no hay crédito externo y ahora el Presidente está cambiando todo el ahorro privado en bancos por Leliq en una gigantesca bicicleta financiera. Sólo con los intereses de ese instrumento de regulación monetaria el Gobierno emite para asegurar tres dígitos de inflación para este año y el entrante.

Si la emisión no para, la inflación tampoco. Actualmente se emite para financiar al Estado, para pagar los intereses de las Leliq y ahora también para que el BCRA compre dólares a pérdida (paga $300 al agro y vende a $200 a importadores). El Gobierno sólo apuesta a un milagro para que esta dinámica inflacionaria le explote al próximo. En 2015 lo logró, veremos en 2023, pero la mecha es mucho más corta y las distorsiones mucho más grandes.

RAMIRO FINDE

— Del mismo modo, el REM prevé que los dos primeros trimestres de 2023 el PBI caerá, pero proyecta reactivación a partir del tercero ¿Comparte ese pronóstico del consenso del mercado?

— La economía no crece desde 2011, desde el primer cepo cambiario de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Una eterna recesión, que sale mucha plata sostener. Desde que se perdió el superávit fiscal primario la deuda pública aumentó en USD 250.000 millones: USD 70.000 millones con Cambiemos y USD 180.000 millones con el peronismo, entre Eduardo Duhalde, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández. El actual gobierno en particular ya tomó deuda por USD 80.000 millones. Se va con el récord de ser el presidente que más endeudó al Estado. El Kirchnerismo replica ideas que sólo se encuentran entre los escombros del muro de Berlín.

“La economía no crece desde 2011, desde el primer cepo cambiario de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner”

De ahí que la economía caerá este año un 4% por la mala cosecha, pero principalmente por un Estado que se quedó sin financiamiento. Este modelo vive de expropiar al campo y repartir el botín vía decretos y resoluciones que se emiten desde los distintos ministerios. El problema de este modelo es que el relato se queda sin magia cuando al campo le llega la sequía.

El segundo semestre será igual a los últimos 12 años: recesión y un estado buscando ahorros privados hasta debajo de las piedras para financiarse.

La decisión que se tomó en 2002 de reanimar el viejo modelo donde reina el corporativismo estatal con pleno control de la economía por parte de un puñado de burócratas, se asegura el estancamiento económico por su gen antiexportador y sólo tiene su primavera hasta agotar el saldo comercial, las reservas o la deuda externa, o todo junto. Ahí estamos hace ya 12 años.

RAMIRO FINDE

— El jefe de asesores del Presidente, Antonio Aracre, dijo: “Estamos evitando un salto devaluatorio” ¿Cuánto tiempo cree que se puede sostener ese objetivo, cuando no aparece a la vista un plan de estabilización que permita achicar el atraso cambiario implícito en esa opinión?

— La receta es siempre la misma. Emitir para financiar al Estado y pisar dólar, tarifas y precios para contener la consecuente inflación. Llega un punto que el atraso del dólar y las tarifas termina explotando. En 1974 el atraso que gestó el presidente Juan Domingo Perón era de tal magnitud que explotó en 1975 y lo llamaron Rodrigazo. En 2015 lograron pasarle el atrasó al próximo gobierno. En 2023 todavía no queda claro si Alberto tendrá la suerte de Cristina o la suerte de Isabelita.

”La economía caerá este año un 4% por la mala cosecha, pero principalmente por un Estado que se quedó sin financiamiento”

— Las finanzas públicas comenzaron 2023 con un singular deterioro del déficit primario ¿Qué cabe esperar para los próximos meses?

— Según el FMI el déficit del Estado Argentino fue de 8% del PBI en 2022. A grandes rasgos, 4% del PBI del Gobierno Nacional, más 4% del PBI del BCRA por el pago de intereses de las Leliq. Este año superará los 10% del PBI en conjunto. Un desequilibrio de esta magnitud siempre fue preludio a una crisis de esas que quedan en la retina de la historia.

RAMIRO FINDE

— En un país con más de 40% de la población pobre por ingresos ¿Cuál considera -en una apretada síntesis- la mejor política para no agravar la situación social y revertir la decadencia de la economía?

— Para recuperar el crecimiento hay que recuperar la libertad. Los argentinos en plena democracia le regalaron la libertad económica al Estado. La intervención del Estado en la economía es de tal magnitud que las empresas privadas parecen simples subsecretarías del Gobierno.

Control de precios, control de importaciones, control cambiario, control de la tasa de ganancia, control de exportaciones, etc. Todos estos controles espantan a los empresarios y sólo germina empresaUrios. La economía cerrada permite gigantescos negocios, si estás del lado correcto del mostrador. La casta se queda con los negocios y el resto paga todo más caro.

“Los argentinos en plena democracia le regalaron la libertad económica al Estado”

— ¿Un cambio del régimen monetario debiera ser el primer paso para cambiar ese cuadro?

— Ya no existe país en el mundo que en plena democracia tenga 50 tipos de cambio. Son recetas latinoamericanas de los 60/70/80 que la historia ya demostró que no funcionan. El kirchnerismo replica ideas que sólo se encuentran entre los escombros del muro de Berlín. Tienen todo el pasado por delante diría Borges. El próximo Gobierno no puede dudar, desde el primer día el tipo de cambio tiene que ser único, libre y con acceso a todos los ciudadanos, como en cualquier país libre.

Ramiro Castiñeira
"Ya no existe país en el mundo que en plena democracia tenga 50 tipos de cambio"

— El diputado y precandidato a presidente de la Nación Javier Milei dijo que “dolarizar los pasivos monetarios del BCRA al tipo de cambio libre tendría un costo de financiamiento actual similar al del déficit fiscal total previsto para 2023, unos USD 35.000 millones ¿Qué piensa?

— Prefiero liberar el mercado de cambios, estableciendo al dólar también de curso legal y banca offshore. Que cada uno se dolarice a su ritmo, con su plata y que guarde su dinero en el rincón del mundo que más confianza le inspire. Con esas reglas ya nadie estará forzado a financiar via impuesto inflacionario al “Estado presente” como en la actualidad. Además, se evita tener que tomar deuda pública para forzar una dolarización que con libertad igualmente se dará. Nadie quiere el peso y menos si el Estado tiene un déficit de 10% del PBI como en la actualidad. Es una idea a mitad de camino con menor costo fiscal.

— ¿Qué análisis hizo del último mensaje del staff del FMI que aprobó gran parte la cuarta revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas con la Argentina?

— El FMI no espera nada de este gobierno y le dice todo que sí para no quedar pegado en la crisis que se gesta. Este año no se cumplirán ni la meta de reservas, ni la meta fiscal, ni la de financiamiento monetario. Pero el acuerdo no se caerá si el Gobierno congela su relación con China. EEUU sólo quiere frenar el avance de China en Argentina y utiliza el acuerdo como tapón.

“Que cada uno se dolarice a su ritmo, con su plata y que guarde su dinero en el rincón del mundo que más confianza le inspire”

— ¿Qué cabe esperar del dólar soja 3, ampliado a las economías regionales?

— Comprar dólares a $300 y venderlos por la otra ventanilla a $200, cualquier persona sabe que esa operación quiebra al BCRA. El Gobierno también lo sabe, pero el quebranto se los pasa al ciudadano con más inflación. El Gobierno está profundizando a toda velocidad su retorno a los tipos de cambios múltiples. Una aberración macroeconómica propia del siglo pasado que el mundo libre dejó de usar.

Los tipos de cambios múltiples no sólo generan discriminación entre sectores, también dispara todo tipo de conflictos con socios comerciales. Pero además el BCRA pretende hacerlo a pérdida. Y también quiebran las empresas exportadoras que se quedan con el dólar más bajo, afectando notablemente la inversión y el desarrollo en el país. Son ideas obsoletas y anacrónicas.

Ramiro Castiñeira
"Los tipos de cambios múltiples no sólo generan discriminación entre sectores, también dispara todo tipo de conflictos con socios comerciales. Pero además el BCRA pretende hacerlo a pérdida"

— Los depósitos en dólares en bancos comenzaron a caer desde principios de marzo -salieron más de USD 370 millones- ¿Cómo debe leerse?

— El argentino ahorra en una lata, debajo del colchón, en ladrillo o en el exterior. Nadie ahorra en el sistema financiero local porque nadie quiere quedar expuesto a tiro de decreto y que te expropien los ahorros. El argentino ama el “Estado Presente” pero que lo financie otro. Después de los manotazos del Estado a los ahorros como fue el Plan Bonex (1990), el corralón (2002) y la expropiación de los ahorros en las AFJP (2009), nadie deja los ahorros cerca del Gobierno.

Quedan sólo USD 16.000 millones en el sistema financiero local. Los bancos prestan USD 3.700 millones y el resto de los dólares están depositados como encaje en las reservas del BCRA. Incluso los bancos disponen de USD 4.000 millones en efectivo, por lo que pueden responder ante una corrida. Sólo se necesita que el BCRA no continúe vendiendo dólares que no son propios y que respaldan los depósitos privados.

RAMIRO FINDE

— ¿Una reflexión final?

— En 2002 la sociedad argentina decidió en democracia retornar al actual modelo económico inflacionario, copia calcada de todos los errores y frustraciones de su propio pasado. Reanimar el viejo modelo donde reina el corporativismo estatal con pleno control de la economía por parte de un puñado de burócratas, que asegura el estancamiento al cerrar la frontera comercial. Este modelo tiene su primavera hasta agotar los ahorros. El saldo comercial, las reservas o la deuda externa, o todo junto. Ahí estamos hace ya 12 años.

La Argentina se hizo grande exportando y colapsó cuando se alejó del comercio exterior. El estancamiento llegó cuando hizo carne el “vivir con lo nuestro”, el “Estado presente” y coquetear con el “Che”. Cuando cambió las exportaciones como motor de crecimiento por el placebo del gasto público.

”El próximo gobierno no puede dudar, desde el primer día el tipo de cambio tiene que ser único y libre

Para retomar el crecimiento, la Argentina sólo tiene que soltar este modelo de cepos y prohibiciones, girar 180 grados y volver a la libertad. No es necesario inventar nada, la globalización también globalizó la forma de hacer macroeconomía, si Argentina quiere volver a crecer, será abandonando este modelo económico anacrónico y comerciando nuevamente con el mundo, con las reglas económicas propias de este siglo. No intentarlo no sólo asegura estancamiento económico, también asegura retornar a los cuatro dígitos de inflación.

Fotos: Maximiliano Luna

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