Bruselas, 6 jul. La Comisión Europea ha identificado un agujero de unos 633.000 millones al año en financiación para la transición verde en la Unión Europea y la mayor parte de ese dinero tendrá que venir de inversiones privadas, según el nuevo plan de Previsión Estratégica que el Ejecutivo comunitario hará público este miércoles.

En concreto, alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo de reducir las emisiones de CO2 en un 55 % en 2030 respecto a los niveles de 1990 y desarrollar una economía más sostenible requerirá "más de 620.000 millones de euros" adicionales al año, según documentos a los que ha tenido acceso EFE.

A esto se suman otros 92.000 millones para el período 2023-2030 para Ley sobre la Industria de Cero Emisiones Netas, concebida para contrarrestar las masivas subvenciones a las tecnologías verdes de Estados Unidos, China o Japón.

La UE ha presupuestado ya el 30 % de su presupuesto entre 2023 y 2027 en el Pacto Verde Europeo, que asciende a un total de 578.000 millones de euros.

Pero no será suficiente, según el análisis estratégico de la Comisión Europea, basado en un trabajo científico elaborado por el Centro de Investigación Conjunta de la UE (JRC, por sus siglas en inglés).

"Debemos desbloquear la financiación de los sectores público y privado, creando las condiciones para que las empresas y el sector financiero proporcionen y amplíen la inversiones necesarias", dijo en una charla con varios medios de comunicación, entre ellos EFE, el vicepresidente de la Comisión Europea para las Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic.

La Comisión propone, por ejemplo, crear "un mercado libre de tecnología verde" donde la UE y otros socios puedan favorecer los intercambios comerciales sin necesidad de involucrarse en amplios acuerdos de asociación a veces difíciles de pactar.

"Sobre la base existente del modelo de acuerdo comercial, tipos nuevos, más flexibles y específicos de acuerdos de asociación podrían explorarse con la vecindad europea, África, Asia o América Latina", recoge el documento.

Además, en esa planificación del futuro será necesario tener en cuenta los daños causados por los desastres naturales, aunque "todavía no se conocen todos los costes y consecuencias de la crisis del clima y la biodiversidad", apunta el informe.

En positivo, el Ejecutivo comunitario proyecta que 1 euro invertido en prevención climática evita 131 euros en daños y traza una conexión entre prevención y protección civil.

Esas inversiones reforzadas tendrán que acomodarse en un contexto en el que otras áreas estratégicas también requieren más financiación, como la transición digital, donde la brecha es de 125.000 millones al año o en gasto militar, donde Bruselas estima que se necesitarán 75.000 millones más por ejercicio hasta 2025.

Además, la reconstrucción de Ucrania precisará "de todos los socios 384.000 millones de euros en los próximos diez años".

Entre las vías a explorar para enderezar el rumbo, la Comisión plantea otorgar un nuevo mandato al Banco Europeo de Inversiones, de forma que siga siendo un vehículo financiero con "triple A" pero que al mismo tiempo refuerce su acción para llegar donde no llegan las entidades financieras privadas.

El documento, que pretende servir de brújula política para el futuro a medio y largo plazo, enumera otras cinco áreas de acción política por las que la Comisión Europea cree que debería de avanzar la UE, más allá de las inversiones.

Se reflexiona sobre cómo construir un nuevo contrato social para adaptarse a la realidad cambiante del mercado laboral y el aumento de la esperanza de vida o cómo garantizar que las cargas de la transición serán justas y no lastrarán aún más a los hogares vulnerables de forma que aumenten las "crecientes grietas en la cohesión social".

Un de esos puntos pasa por modernizar las fórmulas para medir el producto interior bruto (PIB) empleadas desde la Segunda Guerra Mundial.

"¿El crecimiento vinculado a la explotación de recursos naturales como el petróleo fósil realmente reflejan la prosperidad y el bienestar de nuestras sociedades?", se preguntó Sefcovic, que propone integrar en el cálculo "importantes indicadores de bienestar como la salud y el respeto por el medioambiente".

El documento de reflexión estratégica, en principio, será objeto de una discusión entre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y los presidentes de las instituciones comunitarias en la cumbre europea que se celebrará en Granada el próximo octubre. EFE

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