cancer vejiga
El cáncer de vejiga se origina cuando las células que componen la vejiga urinaria comienzan a crecer en forma descontrolada (Getty)

El cáncer de vejiga es uno de los cánceres más frecuentes, sin embargo no muchos lo conocen. En Argentina, se diagnostican 3.700 casos por año, es decir 10 por día. Cuando se encuentra en un estadio temprano, los índices de supervivencia superan el 80% mientras que, si se diagnostica tarde, la supervivencia puede ser menor al 25%, según estimaciones de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).

Entre los factores prevenibles, el vínculo entre el tabaquismo y el cáncer de vejiga está cada vez más probado: se estima que el 50% de todos los casos diagnosticados son por esta causa y que los fumadores tienen tres veces más riesgo de sufrirlo.

En el marco del Día Mundial de esta enfermedad, Infobae consultó al oncólogo Fernando Galanternik, investigador clínico y responsable de la unidad de Tumores Genitourinarios del CEMIC, sobre cómo avanza la patología en el organismo y cuáles son los tratamientos.

Cuáles son los síntomas del cáncer de vejiga

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El carcinoma urotelial, también conocido como carcinoma de células transicionales (TCC), es el tipo más común de cáncer de vejiga (Getty)

Este cáncer suele ser más prevalente en hombres y su detección temprana mejora las probabilidades de que el tratamiento sea eficaz. Sin embargo, esto puede ser difícil ya que, en etapas primarias, puede progresar sin síntomas. Entre los signos más comunes se encuentran: sangrado en la orina -presente en el 90% de los casos-, dolor al orinar y dolor pélvico.

“El síntoma más frecuente del cáncer de vejiga es la presencia de sangre en la orina, llamada hematuria. Más allá de que la mayoría de las veces este sangrado se debe a cálculos en las vías urinarias o infecciones urinarias, es indistinguible del que puede producir el cáncer en la vejiga, por lo tanto hacer una consulta con un especialista es sumamente importante”, señaló el doctor Galanternik.

Los tratamientos según el avance de la enfermedad

Los tratamientos están asociados al grado de extensión de la enfermedad. “La mayoría de los cánceres de vejiga —cerca del 80%— son superficiales, eso quiere decir que crecen e invaden solamente las capas más superficiales de la parte interior de la vejiga que está en contacto con la orina, esos tumores se pueden operar y sacar”, detalló el especialista del CEMIC.

Además, el oncólogo señaló que luego de este procedimiento, existen tratamientos para bajar las chances de que vuelva a crecer otro otro pólipo o tumor y se pueden aplicar tanto quimioterapia o incluso la vacuna BCG, que disminuye el riesgo de que vuelva la enfermedad.

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La vejiga es un órgano hueco que se encuentra en la parte inferior de la pelvis. Su función principal de la vejiga es almacenar la orina (Getty)

En casos más avanzados, “cuando ya la enfermedad penetra más en la pared de la vejiga, en el músculo, hablamos de cáncer de vejiga músculoinvasor, cuyo tratamiento principal es la cirugía. En estos casos, la enfermedad ya tiene riesgo de diseminarse con metástasis por eso, además del procedimiento quirúrjico, también hay tratamientos con quimioterapia que han demostrado disminuir el riesgo de que vuelva la enfermedad”.

“El carcinoma urotelial o el cáncer de vejiga avanzado, ocurre cuando la enfermedad ha dado metástasis más allá de la vejiga y de los ganglios cercanos hacia partes distantes del cuerpo”. En este estadio los expertos hablan de una enfermedad muy seria e incurable y cuya supervivencia a cinco años es muy baja.

El doctor Galanternik destacó que la investigación científica hoy ofrece nuevos terapias: “En los últimos años, los tratamientos incluyen la quimioterapia, la inmunoterapia, que buscan activar el sistema inmune para que ataque el tumor, y también tratamientos dirigidos, como por ejemplo el uso de Erdafitinib, que pertenece a lo que llamamos medicina de precisión”.

Medicina de precisión para los casos avanzados

La finalidad de la medicina personalizada es identificar y dirigir terapias específicas a los pacientes que tienen más probabilidades de respuesta. Uno de los tratamientos recientemente aprobados en nuestro país está destindao a pacientes con cáncer urotelial localmente avanzado o metastásico en los que el tumor presenta alteraciones genómicas FGFR.

En febrero, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó el uso en Argentina de la terapia oral Erdafitinib, indicada para aquellos pacientes que no han respondido o han recaído tras un tratamiento previo con quimioterapia y que presentan una alteración en el gen receptor del factor de crecimiento fibroblástico (FGFR), enzimas involucradas en varias funciones vitales para la función y proliferación celular.

El cáncer de vejiga representa más del 90% de todos los tumores uroteliales según la American Cancer Society
El cáncer de vejiga representa más del 90% de todos los tumores uroteliales según la American Cancer Society

“Si identificamos que hay una mutación específica en un gen (que se llama FGFR por receptores de factores de crecimiento fibroblásticos) que puede asociarse a la transformación maligna, al paciente se puede indicar Erdafitinib como medicina de precisión, ya que inhibe la actividad de la proteína asociada a ese gen”, expresó el oncólogo y agregó: “Los pacientes con cáncer de vejiga avanzado están en una situación de mucho riesgo, por lo cual disponer de una herramienta más como la medicina de precisión en la lucha contra la enfermedad, más allá de la quimioterapia, resulta muy esperanzador”.

Erdafitinib, el primer tratamiento oral desarrollado para tratar entre un 15 al 20% de pacientes con carcinoma urotelial localmente avanzado o metastásico (el tipo más común de cáncer de vejiga) es un desarrollo de Janssen -Compañías Farmacéuticas de Johnson & Johnson-.

Los resultados de los estudios clínicos demostraron una tasa de respuesta objetiva del 40,4% y una tasa de control de la enfermedad del 79,8%, incluidos los pacientes que no habían respondido previamente a la inmunoterapia. También, mostraron una mediana de duración de la respuesta de 5,6 meses.

“Si uno compara los diferentes estudios con quimioterapia en pacientes que ya han progresado a un tratamiento y el del BLC2001 Study Group, impresiona que con la llegada de Erdafitinib se observa una mejoría en la tasa de respuestas por parte de los pacientes. Sólo 9 de cada 100 presentaban una reducción de los tumores con quimioterapia mientras que con Erdafitinib, son 40 de cada 100 casos, lo cual esperamos que se traduzca en una mejor esperanza de vida para los pacientes”, aseguró Galanternik.

En cuanto a la prevención, el oncólogo destacó que el tabaquismo aumenta muchísimo las chances de cáncer de vejiga, por eso no fumar es una medida de prevención clave. Además, se recomienda tomar abundante líquido. “Hay estudios que demuestran que cuando uno toma mucho líquido y hay mucho filtrado de los riñones, todos esos posibles tóxicos que pueden ser carcinógenos, o sea que causan las mutaciones y están asociados a la generación del cáncer, se diluyen al aumentar el ritmo diurético”.

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