Sergio Massa, durante una reunión con su equipo más cercano en la localidad de San Fernando, provincia de Buenos Aires (Argentina). EFE/Ministerio de Economía de Argentina
Sergio Massa, durante una reunión con su equipo más cercano en la localidad de San Fernando, provincia de Buenos Aires (Argentina). EFE/Ministerio de Economía de Argentina
(Ministerio Economía Argentina/)

En las últimas horas de mandato en el Ministerio de Economía, los funcionarios del equipo económico terminan de ordenar la transición con los enviados de Javier Milei en términos de presupuesto, gasto y reservas. En paralelo, cierran el balance de la gestión de los 15 meses que duró el paso de Sergio Massa por el Palacio de Hacienda. Un grupo de funcionarios están involucrados en conversaciones con La Libertad Avanza, no solo por el traspaso de mando sino también porque, admiten en la cúpula del Poder Ejecutivo, algunos de ellos podrían quedarse después del 10 de diciembre.

En tiempos de análisis en frío sobre lo que dejará la administración actual para el equipo económico que venga, en los pasillos de Hacienda aseguran que habrá disponible para el próximo ministro Luis Caputo una caja chica de casi un billón de pesos para efectuar pagos considerados críticos para la administración pública -principalmente aguinaldos de trabajadores públicos- y los últimos pagos presupuestarios de la recta final del 2023.

En el Banco Central esa caja que legará el actual Gobierno al que llega el 10 de diciembre muy modesta: las reservas brutas rondarán los USD 21.000 millones, en niveles bajísimos en comparación histórica, 23 mil millones menos que a principio de año, algo que en el Ejecutivo atribuyen al impacto de la sequía. Habrá, en la “caja chica” de reservas, un monto a mano del swap de monedas con el Banco Popular de China, que en el Ministerio de Economía estiman en torno de los USD 6.400 millones. No tiene activación automática, dicen, y el próximo gobierno deberá solicitarlo. Otra “herencia”:

La especulación que hacen en el equipo económico saliente es que la situación de reservas es tal que con alta probabilidad el gobierno de Milei deberá apelar a alguna alquimia financiera como a la que tuvo que recurrir Massa para pagar vencimientos al Fondo Monetario Internacional en junio y julio. En diciembre, por lo pronto, vencerán unos USD 900 millones -un pago que puede ser prorrogado hasta los últimos días del año a pedido del Poder Ejecutivo- y en enero otros USD 1.900 millones.

Fuentes del Gobierno que formaron parte de la negociación fina con el FMI creen que no dan los tiempos para que la próxima administración consiga financiamiento rápido para afrontar esos pagos e incluso arriesgan que “no hay voluntad” en el directorio del FMI para aprobar desembolsos frescos de manera inmediata sin la negociación completa de un nuevo programa.

Y que la política interna norteamericana, en ese plano, tendría menos peso. Una fuente oficial lo planteó de esta forma: “Los gobiernos republicanos se parecen a los peronistas y los demócratas, a los radicales. Cuando gobiernan los republicanos se siente mucho más el peso del gobierno en las decisiones del FMI”, graficó.

Con todo, Sergio Massa atraviesa los últimos días de mandato en Economía haciendo los últimos cálculos sobre cómo terminará su gestión. En términos de inflación los técnicos de Hacienda registraron un marcadísimo salto de precios en la última semana de noviembre. Así, concluyen, devolverá a la inflación mensual al terreno de los dos dígitos mensuales, aunque se esperanzan con que sea menor al 12% que marcó agosto y septiembre.

Además advierten que ante un escenario de “mega devaluación” desde el 11 de diciembre el traslado a precios podría ser muy alto e inmediato. El mandato de Massa finalizará, entonces, con tres de los últimos cuatro meses con un IPC de dos cifras mensuales y una interanual que avanzará a ritmo de 150 por ciento.

El equipo de Massa tendrá un futuro dispar una vez que cierren este jueves por última vez las puertas de sus oficinas. Algunos de ellos, como el viceministro Gabriel Rubinstein, el secretario de Finanzas Eduardo Setti, el de Legal y Técnica Ricardo Casal, el de Industria José Ignacio de Mendiguren formarán parte de la Fundación Encuentro, al que Massa pretende darle un sentido de think tank económico y de producción, entre otros temas. El propio Massa avizora, según comentó en reuniones de las últimas horas, que su futuro próximo está en el sector privado y aseguró tener dos ofertas de trabajo de fondos del exterior, uno ligado al mercado financiero y otro a la economía real.

Otros podrían tener su futuro dentro del gabinete de Milei. Las versiones hablan de que Flavia Royón podría asumir como secretaria de Minería y Raúl Rigo continuar en un puesto técnico de administración presupuestaria. Leonardo Madcur, por su parte, está involucrado en la transición respecto a la relación con el Fondo Monetario y este jueves estuvo en el bunker de Javier Milei.

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