José Luis Espert
El diputado nacional planteó la necesidad de que las organizaciones sociales dejen de mediar entre los beneficiarios de los planes sociales y el Estado

A horas de realizarse la primera protesta en contra del gobierno de Javier Milei, José Luis Espert respaldó el protocolo anti-piquete establecido por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el que se realizó un énfasis especial en la penalización de aquellos manifestantes que cortasen calles y rutas y, por ende, impidan la libre circulación. “Hemos normalizado la anormalidad”, manifestó al indicar que las manifestaciones no otorgaron beneficios para los trabajadores.

A pesar de las críticas que suscitó la guía oficial policial dictaminada a través de la Resolución 943/2023, el diputado nacional del bloque Avanza Libertad aseguró que la medida “no es blanda”, y agregó: “Es una concesión que el gobierno está haciendo sobre algo que ni debería hacerlo”. Asimismo, reprobó el corte programado para el 20 de diciembre que llevarán adelante las organizaciones sociales al apuntar que sería una estrategia para ponerle un freno a la nueva administración.

“Acá estamos frente a un piquete preventivo porque Milei todavía no empezó a gobernar y, ¿ya le están haciendo una manifestación?”, señaló Espert al comparar la asunción del actual mandatario con la de Alberto Fernández, debido a que el presidente saliente no tuvo que enfrentar protestas a menos de su segunda semana al frente de la gestión. En este sentido, planteó que la opción más sensata sería esperar a ver las consecuencias que tendría el plan económico de Luis Caputo en marzo o abril del próximo año.

En líneas generales, el economista liberal aseguró que “poner orden es lo normal”, luego de explicar que “el protocolo existe porque hemos normalizado la anormalidad”, en referencia al poder que adquirieron las organizaciones sociales de paralizar el tránsito y condicionar las jornadas de trabajo de los ciudadanos que laboran en el centro porteño. “¿Qué defensa de los trabajadores hacen? ¿O los que tratan de transitar las calles para ir a trabajar no son trabajadores y son extraterrestres?”, apuntó.

Desde las 15 horas, más de 100 organizaciones se movilizarán hasta el Congreso y la Plaza de Mayo para reclamar por las nuevas medidas económicas (Europa Press/Contacto/Esteban Osorio)
Desde las 15 horas, más de 100 organizaciones se movilizarán hasta el Congreso y la Plaza de Mayo para reclamar por las nuevas medidas económicas (Europa Press/Contacto/Esteban Osorio)
(Europa Press/Contacto/Esteban Os/)

En medio de un diálogo para el programa Somos Buenos, por TN, el referente de Avanza Libertad descartó que los piquetes hubieran generado algún tipo de beneficio, ya sea para los empleados o los empleadores. “Ninguno de estos tipos que viven cortando la calle se preguntan, ¿por qué llegamos a esto? Porque si vos haces esto todos los días, ¿Quién te va a invertir acá?”, criticó al señalar que las protestas provocaban crisis que desembocaban en el cierre de los comercios.

“Es simplemente un negocio para ellos, para conseguir algún voto”, denunció el diputado nacional al reafirmar que “la única manera de que haya progreso es empezando por el orden, luego por la libertad, el respeto a la propiedad privada, a los derechos y a la diversidad”. De esta manera, citó el artículo 194 del Código Penal, en el que se explicita que una persona podría ser condenada de tres meses a dos años a prisión si estorbara o impidiera el funcionamiento de los servicios públicos.

Por este motivo, el economista pidió: “Apliquemos la ley, nada más porque sino es la ley del más fuerte”. Además, al ser consultado sobre la política que adoptará el Ministerio de Capital Humano de eliminar los planes sociales a las personas que participaran de cortes, el político ratificó: “Tenemos que condenarlo de manera enérgica”. Incluso, realizó un especial énfasis en aquellos padres que llevarían a sus hijos para que participen de las movilizaciones.

“El plan social debe ir de manera condicionada por algún tiempo solamente a la persona que es beneficiario del plan, no tiene que haber intermediarios y esto es parte del costo de la política que hay que reducir”, remarcó. En este sentido, analizó que “cuando uno habla de 45% de pobres o habla de 25 millones de cheques que emite el Estado para pagar planes sociales”, se tratan de “seres humanos que han perdido su trabajo, su comercio, esa gente son argentinos que han perdido toda dignidad por la suma de crisis que Argentina ha tenido”.

El protocolo anti-piquete promovido por Patricia Bullrich habilitó a las cuatro fuerzas federales y al Servicio Penitenciario a intervenir en cortes, si se comete un delito en flagrancia (Nicolás Stulberg)
El protocolo anti-piquete promovido por Patricia Bullrich habilitó a las cuatro fuerzas federales y al Servicio Penitenciario a intervenir en cortes, si se comete un delito en flagrancia (Nicolás Stulberg)

Espert defendió el regreso del Impuesto a las Ganancias

Luego de que el Gobierno planteara la reversión del Impuesto a las Ganancias que había sido modificado a finales de septiembre, en donde se estableció que el piso mínimo de ingresos debía ser superior a la suma de 15 Salarios, Mínimos, Vitales y Móviles (SMVM), el diputado nacional defendió la medida que reimplementaría en conjunto con el plan económico. “El impuesto a las ganancias es un buen impuesto, lo que pasa en Argentina es que nos revientan con otros impuestos”, explicó.

En este sentido, el economista enumeró que el impuesto a los ingresos brutos, el impuesto al cheque, los costos laborales, las retenciones a las exportaciones y los aranceles a las importaciones serían los que mayor carga impositiva representarían para los ciudadanos. Por esta razón, justificó su voto en contra en la eliminación de ganancias al indicar que “el proyecto venía sin baja de gasto público”, por lo que no representaría un cambio significativo en la tarea por reducir el déficit fiscal.

“Analizado solo el impuesto a las ganancias es un buen impuesto, puesto con todo lo demás estás armando un Frankenstein horrible”, evaluó Espert después de haber cuestionado la decisión de los gobernadores de proponer la coparticipación del impuesto al cheque, en lugar de la reversión de ganancias. “El impuesto al cheque es muy malo, distorsivo, es uno de los impuestos que hay que eliminar”, aseguró al explicar que el hecho de hacerlo coparticipable significaría la imposibilidad de eliminarlo en un futuro.

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