Madrid, 15 feb (EFECOM).- El entorno macroeconómico y las tensiones geopolíticas moderarán la evolución de las matriculaciones de turismos en España, que crecerán de forma comedida pese a la disponibilidad de vehículos y tendrán que esperar un año más, a 2025, para superar el millón de unidades por la ralentización de la demanda.

Según las previsiones presentadas este jueves por la patronal de la distribución Ganvam, en colaboración con Ideauto, que confirman que el mercado español no recuperará los niveles prepandemia hasta finales de esta década, las matriculaciones se quedarán en 2024 a las puertas del umbral del millón, menos de lo esperado hace un año.

El informe, que dibuja un horizonte de optimismo moderado a corto plazo por la invasión rusa de Ucrania, la guerra en Gaza y los conflictos en el Mar Rojo -que obligan a los barcos a bordear África para llegar a Europa-, vaticina 998.150 unidades vendidas a lo largo de este ejercicio frente a las 949.359 de 2023, un 5,1 % más.

Con todo, los datos muestran un cierto enfriamiento si se comparan con el crecimiento del año anterior, en el que las matriculaciones repuntaron un 16,7 % impulsadas por la demanda que, durante meses, quedó embalsada como consecuencia de la falta de 'stock' por la crisis de los semiconductores.

Ahora, la incertidumbre geopolítica, que puede presionar al alza el precio de los coches, y una todavía baja confianza de los consumidores en la marcha de la economía a cuentas de la inflación impactarán entre los particulares, cuya pérdida de poder adquisitivo retrasaría la decisión de renovar sus vehículos.

"Vamos a ir creciendo, pero cada vez menos y no recuperaremos los niveles prepandemia hasta finales de década", ha insistido en rueda de prensa el director general de Ganvam, Fernando Miguélez, que ha reconocido que, aún así, las matriculaciones se verán impulsadas por este canal.

En este panorama, en el que emergen vehículos más asequibles de la mano de las marcas asiáticas, generalmente chinas, Miguélez ve clave que los fabricantes ofrezcan fórmulas multiopción, como ya ha hecho Stellantis, para ajustar su precio a una cuota "muy asequible" y favorecer el renovación del parque.

Respecto al resto de canales, el de empresa también recortará el crecimiento previsto y ascenderá alrededor de un 2,7 % en 2024, mientras que el alquilador vivirá una recuperación más lenta de lo previsto a pesar del buen rendimiento del sector turístico en España.

Por todo ello, la patronal de distribuidores oficiales e independientes estima que el mercado español, pese a mantener una tracción positiva, se quedará este año rozando el millón, cuando en sus anteriores previsiones apuntaba a superarlo este 2024 con cifras próximas a los de 1988.

A más largo plazo, llegará a los 1,2 millones de unidades fijadas como 'nivel natura' por su población, motorización y renta pér cápita en 2029, un número que no se registra desde 2019, ejercicio previo a la crisis sanitaria del coronavirus.

El trabajo analiza, asimismo, la marcha de los turismos electrificados -100 % eléctricos e híbridos enchufables-, que a cierre del próximo diciembre supondrán alrededor del 15 % de las matriculaciones, tres puntos más que en 2023.

En este sentido, Ganvam cree que la electrificación del parque seguirá esta tendencia, si bien detecta la necesidad de incorporar medidas aceleradoras para alcanzar los objetivos de neutralidad climática.

Y es que, a día de hoy, "el coche más vendido en España tiene más de diez años y es diésel", ha dicho Miguélez, que ha avanzado que, en 2030, el 33 % de las ventas serán de modelos electrificados, algo positivo pero insuficiente si se quiere disponer por entonces de un parque de estos vehículos de 5,5 millones, como establece el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec).

De ahí que Ganvam abogue por un enfoque tecnológico "mucho más diverso", ya que, a su modo de ver, la estrategia para la descarbonización debe orientarse hacia reducir emisiones de carbono, no tecnologías.

"El futuro es multitecnología", ha recalcado el director general de Ganvam, que ha puesto de ejemplo al hidrógeno y a los combustibles sintéticos.

En esta transición todo apunta que los vehículos asiáticos jugarán un papel relevante: de hecho, la previsión es que el 30 % de las matriculaciones en Europa sea de estos grupos en 2025.

Ello ha llevado a actuar desde ya a algunos países con una economía expuesta a la industria automovilística, como es el caso de Francia, que ha limitado las ayudas a vehículos que no se fabrican en el Viejo Continente.

"Ligar las ayudas y la industria a las plantas puede parecer una tendencia. Ya no hablaríamos de coches por origen de la marca sino por dónde se fabriquen", ha subrayado Miguélez, que entiende que ese a ser el camino para que las marcas chinas se implanten en Europa, donde "van a poner mucha carne en el asador". EFECOM

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