Madrid, 11 mar (EFECOM).- La electromovilidad en España mejoró en 2023 impulsada por el incremento de la cuota de electrificación en todos los segmentos, fundamentalmente en turismos y autobuses, donde se situó por encima del 10 %, pero, sobre todo, por el avance del volumen total de puntos de recarga de acceso público operativos.

"No creo que vayamos mal. Vamos bien, el problema es el ritmo", ha subrayado este lunes en rueda de prensa el director general de la patronal de los fabricantes de vehículos Anfac, José López-Tafall, que cree que, a esta velocidad, difícilmente se podrá cumplir con las metas fijadas por la Unión Europea.

En 2023, los puntos de recarga en servicio se dispararon un 61,6 %, hasta los 29.301, según los datos de Anfac, que aún reconociendo el avance del último año, avisa de que el indicador global de electromovilidad vuelve a situar a una España "rezagada" a la cola de Europa.

De acuerdo con su barómetro, el país mejoró en 2023 en 3,7 puntos, lo que le permitió cerrar el año con una valoración en el indicador global de 14,1 puntos.

Desde la patronal atribuyen esta circunstancia a la venta de vehículos eléctricos; de hecho, la cuota de electrificación de turismos escaló 2,4 puntos porcentuales, al 12 %, liderada por el canal de empresa, que supuso más del 40 % de sus matriculaciones.

También progresaron los comerciales ligeros, con una cuota de electrificación del 6,8 %, 2,7 puntos porcentuales más, mientras que en industriales la subida fue de 0,5 puntos porcentuales, al 1,2 %, y en autobuses, de 8,2 puntos porcentuales, al 14,3 %.

A tenor del informe anual de Anfac, igualmente difundido, desde septiembre de 2022 hasta el pasado julio, la cuota de los turismos electrificados en España osciló entre el 10 y el 12 %, observándose un cierto estancamiento en su evolución mensual.

Así, no fue hasta el segundo semestre del último año cuando se contempló un "ligero avance" en la electrificación del mercado que le permitió acabar el ejercicio con una cuota del 12 %.

Este aumento fue fruto, en gran medida, del mayor peso de los turismos BEV o eléctricos puros de batería, que se anotaron 1,7 puntos porcentuales y ya suponen una cuota del 5,4 %, frente al 6,5 % de los PHEV o híbridos enchufables.

La situación de las ventas contrasta con un desarrollo "más lento" de la infraestructura de recarga, que, con todo, entre octubre y diciembre alcanzó el mayor crecimiento trimestral desde la publicación del primer barómetro de la patronal.

Sin embargo, el ritmo de despliegue continúa siendo "inferior al deseado", dejando el dato de cierre lejos del objetivo de los 45.000.

España dispone de 29.301 puntos de recarga de acceso público después de sumar 11.173 nuevos en el último año, pero tan sólo el 23 % de la infraestructura cuenta con una potencia superior a los 22 kilovatios (kW) -éstos procuran un tiempo de carga de hasta tres horas-.

Anfac identifica un retroceso de los puntos de entre 50 y 149 kW -que tardan en cargar entre 1:20 horas y 27 minutos- a los 4.165, y una subida de los de entre 150 y 249 kW -fundamentales para el transporte pesado al posibilitar cargas de entre 27 minutos a un cuarto de hora- hasta los 904.

Ha aumentado, asimismo, la infraestructura de alta potencia con 621 puntos de, al menos, 250 kW, capaces de cargar un vehículo en unos 10 o 15 minutos; de éstos, en torno al 85 % responde a proyectos de fabricantes de automóviles.

Por primera vez, el informe ofrece -gracias a la información proporcionada por los propios usuarios- una panorámica de los puntos fuera de servicio, ya sea por encontrarse en mal estado, averiados o sin conexión a la red de distribución eléctrica, que cifra en 7.728.

De este modo, si todos los puntos actualmente presentes estuviesen disponibles para su uso, el país dispondría de 37.029.

En total, el 56 % de la infraestructura en España está ubicada en el ámbito urbano.

Aún apreciando los pasos hacia adelante, Anfac considera que España "se queda rezagada" frente a las principales economías europeas, y es que si se observa el indicador global de electromovilidad, la Unión Europea en su conjunto avanzó en 4,4 puntos en 2023, hasta los 27,4.

En el último año sobresalió la ralentización del proceso de electrificación en Alemania, donde cayó a 34 puntos tras el fin de las ayudas a los PHEV, todo lo contrario que Portugal, que mejora 8,8 puntos, hasta los 28,6, superando, incluso, el promedio comunitario.

En cambio, España, con sus 14,1 puntos, consiguió superar a Italia (13,4), aunque se mantiene a la cola de los países analizados, sólo por delante de Hungría (10,6) y República Checa (10,1). EFECOM

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