JERUSALÉN (AP) — Las fuerzas de seguridad israelíes mataron el jueves a un insurgente palestino durante una redada en el norte de Cisjordania, según las autoridades sanitarias palestinas, en el último incidente violento en el inicio de año más letal para los palestinos en los territorios ocupados en más de dos décadas.

Las tropas israelíes irrumpieron en la ciudad norteña de Tulkarem, sede de un grupo insurgente emergente vinculado al brazo armado del partido nacionalista Fatah. El Ministerio de Salud palestino indicó que Amir Abu Khadija, de 25 años, recibió múltiples disparos en la cabeza y las piernas. La rama de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, de Fatah, en Tulkarem, afirmó que Abu Khadija era su líder.

Por su parte, el ejército israelí explicó que Abu Khadija estaba buscado por recientes balaceras contra asentamientos israelíes y fuerzas de seguridad. Los agentes catearon un departamento que servía de refugio en Tulkarem y abatieron a Abu Khadija cuando sacó su arma, añadió agregando que se confiscó un rifle de asalto M-16 y el auto que supuestamente usaba en los ataques. Las fuerzas de seguridad arrestaron a otro miembro de la milicia.

De acuerdo con el grupo insurgente, Abu Khadija murió en un “enfrentamiento armado” con las fuerzas israelíes. Las imágenes de su cuerpo empapado en sangre y su departamento destrozado circulaban por internet mientras palestinos enojados lloraban al que describían como el primer “mártir” del mes sagrado del Ramadán, que en Oriente Medio comenzó el jueves.

Como en años anteriores, el mes de ayuno del Islam ha avivado las preocupaciones acerca de un posible aumento de la violencia en la disputada ciudad de Jerusalén. La coincidencia entre el Ramadán y la Pascua judía, que se celebra a principios de abril, aumenta la posibilidad de tensiones ya que los lugares de culto de la Ciudad Vieja recibirán a masas de fieles y visitantes. El complejo que está en el punto de mira es el que alberga la mezquita de Al-Aqsa, que es el tercer lugar más sagrado del islam. Los judíos se refieren a él como Monte del Templo, el sitio más sagrado del judaísmo.

La escalada de la violencia en Cisjordania bajo el gobierno más a la derecha en la historia de Israel ha enojado a estados árabes de la región, incluyendo Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, que reconocieron diplomáticamente a Israel en 2020.

En lo que va de año, más de 85 palestinos — de los cuales aproximadamente la mitad estaban afiliados a grupos insurgentes — han muerto por fuego israelí en Cisjordania, según un conteo de The Associated Press. En el mismo periodo, los ataques palestinos contra israelíes dejaron al menos 15 víctimas mortales, todas civiles salvo una.

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