Carlos García Adanero,en el Congreso de los Diputados (Gabriel Luengas / Europa Press)
Carlos García Adanero,en el Congreso de los Diputados (Gabriel Luengas / Europa Press) (Gabriel Luengas / Europa Press/)

No era un día cualquiera en el Congreso de los Diputados, se votaba la nueva legislación laboral después de más de 10 años de la reforma impulsada por el Partido Popular. Por primera vez en democracia, el Gobierno había logrado un acuerdo entre los agentes sociales para sacar adelante una norma de consenso. Los apoyos habituales de la coalición se le estaban resistiendo. EH Bildu y ERC pedían más de lo acordado en la mesa de diálogo social y el Ministerio de Trabajo no estaba dispuesto a renunciar al consenso acordado, por lo que se puso a buscar los apoyos necesarios, poniendo el foco en algunos de los grupos que habitualmente se resistían a votar con el Gobierno. Más allá de los diez diputados Ciudadanos, que pusieron como condición para el ‘sí’ “no tocar ni una sola coma del acuerdo”, el Ejecutivo también logró el beneplácito de UPN. Horas antes de la votación, la formación hizo público que había llegado a un acuerdo con el PSOE para avalar con sus dos votos el texto acordado por los sindicatos, el Gobierno y la patronal.

El movimiento resultó extraño, al menos para muchos. Y es que los dos diputados de la formación navarra, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, se habían caracterizado por mantener un discurso profundamente crítico con la coalición PSOE-Podemos. Cuando saltó la noticia, ambos tiraron de diplomacia y aseguraron que respetaban la decisión que había tomado la dirección de su partido. Tras la votación, se conoció que ambos habían decidido no reconocer el voto en contra, para evitar que el PSOE y UP pudieran maniobrar para buscar otros apoyos in extremis. Sin embargo, Alberto Casero se equivocó y votó a favor. El decreto ley fue aprobado por la mínima.

Hoy, Adanero y Sayas forman parte del Partido Popular y ambos formarán parte de la bancada popular en la próxima legislatura. Adanero lo ha conseguido, literalmente, en último minuto. A él le pertenecía el número 16 de la lista del PP por Madrid, justo el que ha entrado después de que el partido de Feijóo le arrebatase un escaño al PSOE en el voto extranjero.

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Toda una vida en política

García Adanero es, en palabras de Javier Esparza, presidente de UPN, un “experto en política profesional, al que ha dedicado toda su carrera y quiere seguir cobrando un sueldo público”, dijo. El recién diputado electo por Madrid se licenció en Derecho y muy joven, con 20 años, en 1986, se afilió a las Juventudes Navarras, la organización juvenil de UPN. Su afiliación le valió un puesto en las listas municipales de Barañain, un municipio cercano a Pamplona.

De la política municipal saltó rápidamente a la autonómica. En 1991 entró en el Parlamento Navarro. El escaño lo mantuvo de forma ininterrumpida hasta 2019, cuando se trasladó a Madrid como diputado. En Navarra, Adanero no fue un diputado al uso, sino que desempeñó labores de portavocía durante nueve años, de 2004 a 2013. Además, llegó a la Secretaría General de Unión del Pueblo Navarro. Ahora está en la bancada popular aunque sin afiliarse, algo que el propio Adanero no ha descartado.

Tanto Sayas como él pasarán a la historia por saltarse la disciplina de partido para, tal y como justificaron ellos mismos, “no ser la muleta del sanchismo”. Antes de unir fuerzas contra sus propias siglas, los dos libraron una durísima batalla interna para ser los protagonistas de UPN en el Congreso de los Diputados. En 2019, se enfrentaron para ir de número uno por Navarra y, una vez elegidos, volvieron a batallar por la portavocía del grupo en el parlamento, una guerra que solucionaron al más estilo de Salomón: repartiéndose la portavocía en el Congreso.

Adanero, del ala más derechista de UPN

El exdiputado navarro nació en 1967 en Toledo, aunque se trasladó muy pequeño a Navarra. Fue allí donde se desarrolló desde muy pronto su interés sobre la política, convirtiéndose, con los años y según sus compañeros de formación, en uno de los perfiles más derechistas del partido. Entre sus grandes polémicas, se le achaca el transfuguismo de los diputados de Podemos de Navarra en la legislatura navarra de 2015 a 2019, un episodio casi premonitorio de lo que acabaría aconteciendo años después en el Congreso de los Diputados.

Adanero protagonizó multitud de discursos profundamente críticos, duros y broncos contra el Gobierno de coalición y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por sus pactos con fuerzas de izquierdas independentistas. Durante los casi cuatro años de legislatura, rara vez en sus intervenciones no ha mencionado a EH Bildu, un partido al que hace protagonista desde la tribuna del parlamento cada vez que toma la palabra.

Una estrategia que le ha llevado, en multitud de ocasiones, a lograr los aplausos de la bancada del Partido Popular. Ahora ya es su partido, tanto el de Sergio Sayas como el del propio Carlos García Adanero, los dos tránsfugas de Unión del Pueblo Navarro.

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