En las ciudades patagónicas, donde predomina la actividad extractiva de gas y petróleo, se registran los niveles más altos de ingreso de los trabajadores (Reuters)
En las ciudades patagónicas, donde predomina la actividad extractiva de gas y petróleo, se registran los niveles más altos de ingreso de los trabajadores (Reuters) (Martin Cossarini/)

En base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Indec publicó los datos de distribución del ingreso para el segundo trimestre del año, y de pobreza e indigencia, en ese caso para el primer semestre y con el regreso de la presentación desagregada entre los 31 aglomerados urbanos de todo el país que fueron relevados, después de un largo período de “apagón estadístico” de esa apertura.

Sobre esta base, se puede extraer una visión acerca del poder adquisitivo de los hogares de las canastas de consumo básico, alimentaria que determina el umbral de indigencia, y la total que incorpora el gasto no alimentario y de servicios esenciales (vestimenta, transporte, educación, salud, entre otros), en la media de la primera mitad de año, por parte de la ocupación principal del hogar y por adulto equivalente.

Aclara el Indec que el “Ingreso por adulto equivalente” se obtiene dividiendo el ingreso total familiar por el coeficiente de adulto equivalente total del hogar, que pondera el consumo de los menores sobre el de las personas mayores de edad que componen el grupo habitacional.

El informe desagrega los datos por región y aglomerados referidos al promedio de ingreso de la ocupación principal del hogar; el ingreso medio por adulto equivalente; la participación de los ingresos laborales sobre el total; así como el valor de las canasta básica alimentaria (define el umbral de indigencia), y la total (determina el piso para no caer en estado de pobreza).

Sobre esa base, Infobae pudo establecer el ránking para cada uno de esos indicadores y su relación con el nivel de empleo y de pobreza, estimado por el organismo oficial de estadística. Así, en valores absolutos los niveles más altos de ingreso de la ocupación principal se registran en las ciudades patagónicas de Co. Rivadavia – Rada Tilly, y Ushuaia – Río Grande, y en tercer lugar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), y luego otras tres patagónicas: Río Gallegos; Neuquén -Plottier; y Rawson Trelew.

Sólo tres de los cinco aglomerados con mayor nivel de ingreso registran las menores tasas de pobreza del país y dos el más alto de empleo

De ese podio sólo tres están en esas posiciones en la tabla con las menores tasas de pobreza del país que informó el Indec (CABA, Ushuaia – Río Grande y Co. Rivadavia – Rada Tilly, en ese orden); y únicamente dos con la tasa más alta de empleo (CABA y Ushuaia – Río Grande).

Es decir, los niveles de ingreso más alto del país se obtienen en las provincias patagónicas, en particular en los aglomerados donde ha emergido la industria extractiva, principalmente de gas y petróleo.

Se posicionan al final de la tabla Jujuy – Palpalá; Gran Resistencia; La Rioja y Santiago del Estero – La Banda. De esos aglomerados, sólo dos comparten los peores índices de pobreza; Gran Resistencia y Santiago del Estero – La Banda.

El ránking de ingreso medio por adulto equivalente no cambia en los primeros cuatro puestos, pero suben a los dos siguientes Santa Rosa – Toay; y Bahía Blanca – Gral. Cerri; aunque se ubican muy atrás en el nivel de empleo; pero están con las menores proporciones de hogares que no logran superar el umbral para poder adquirir cada mes la totalidad de la canasta básica total.

La totalidad de miembros del hogar es un factor que contribuye, en alguna medida, a generar la brecha de pobreza entre los aglomerados urbanos, por cuanto excede el fenómeno de disponer de un empleo para no caer en ese grupo.

Si bien, la estadística oficial no da cuenta en el informe de marras sobre la cantidad de miembros de los cupos habitacionales, una aproximación consiste en relacionar el nivel de ingreso de la ocupación principal con la del ingreso por adulto equivalente. En ese caso, la relaciones más altas corresponden a Co. Rivadavia – Rada Tilly; San Nicolás – V. Constitución; Formosa; Gran Resistencia y Neuquén – Plottier.

La totalidad de miembros del hogar es un factor que contribuye, en alguna medida, a generar la brecha de pobreza entre los aglomerados urbanos

Por el contrario, en el extremo opuesto se ubican CABA; Gran Mendoza; Jujuy – Palpalá; Santa Rosa – Toay; y Posadas y Gran San Juan.

Las primeras posiciones donde la proporción de los recursos generados con el trabajo presente sobre el total de los ingresos de los hogares se registran en Co. Rivadavia – Rada Tilly; Ushuaia – Río Grande; Neuquén – Plottier; CABA; y Gran Rosario; pese a que sólo tres comparten ese podio de cinco con las tasas de empleo más altas del país: CABA; Ushuaia – Río Grande; y Gran Rosario.

En cambio, con las menores proporciones de ingresos laborales sobre el total se ubican San Nicolás – V. Constitución; Gran Mendoza; Concordia; Viedma – Carmen de Patagones; y Formosa; casi coincidente con las que la Encuesta Permanente de Hogares del Indec detectó las tasas más bajas de empleo de la población, la única excepción es Gran Mendoza.

Intensidad del gasto en alimentos

El relevamiento del Indec de precios de las canastas básicas de alimentos y total acusó en el primer semestre de 2023 una notable paridad en las variaciones en comparación con igual período del año previo: subió entre 5% y 7% real en el primer caso; y entre 3% y 5% en el segundo.

En valores absolutos se observa una brecha de casi 16% en la CBA, entre el mínimo que cuesta en el Noroeste (Gran Catamarca, Gran Tucumán – Tafí Viejo, Jujuy – Palpalá, La Rioja; Salta; y Sgo. del Estero – La Banda); y el máximo en la Patagonia (Co. Rivadavia – Rada Tilly; Neuquén – Plottier; Río Gallegos; Ushuaia – Río Grande; Rawson – Trelew; y Viedma – C. de Patagones).

La mayor intensidad del gasto en alimentos sobre el total se registra en las provincias del NEA y NOA, las cuales coinciden con concentrar los índices más elevados de pobreza

Más marcada, es la distancia entre extremos en el valor de la CBT, sube a 46%, entre el máximo que también ostenta la Patagonia y el mínimo que se registra en el NOA.

La mayor intensidad del gasto en alimentos sobre el total se registra en las provincias del NEA y NOA, las cuales coinciden con concentrar los índices más elevados de pobreza e indigencia.

En esa línea, Infobae pudo detectar que las menores cobertura del ingreso por adulto equivalente del valor de la canasta de indigencia se registra en las provincias del NEA y NOA; en tanto las más altas se observan en CABA y las regiones Patagónica y Pampeana.

En tanto, el menor poder adquisitivo de los hogares de la canasta de pobreza también se encuentra varias del NOA y NEA, y se agregan algunas de Cuyo y de la Patagonia. Y la mayor en CABA y la Patagonia.

Expectativas

LA consultora Ecolatina destaca en un informe a clientes: “Considerando los determinantes de esta dinámica de mayor disparidad de ingresos e inflación, podemos decir que el futuro cercano no es auspicioso. El salto cambiario post-PASO y la resultante aceleración de la inflación tenderán a profundizar la situación descrita previamente: las subas en los precios de los alimentos volverán más regresiva a la inflación, afectando en mayor medida a los sectores de menores ingresos que, a su vez, verán sus ingresos subir más lentamente. Esto profundizará todavía más el deterioro relativo de los sectores más pobres. Esta dinámica será consistente con una pobreza que esperamos supere los registros del primer semestre”.

“Seguramente, el dato de septiembre refleje la continuidad de la aceleración en los precios de los alimentos. Para el último trimestre del año, la incertidumbre electoral, los aumentos postergados tras el congelamiento de algunos precios y las expectativas elevarán más la inflación, dañando en mayor medida el poder adquisitivo de los hogares de menores ingresos”, suman los economistas de la consultora Invecq.

La incertidumbre electoral, los aumentos postergados tras el congelamiento de algunos precios y las expectativas elevarán más la inflación, afectando el poder adquisitivo de los hogares (Invecq)

Para el mediano a largo plazo, se requerirán de políticas integrales que no sólo apunten a recuperar el equilibrio de las finanzas públicas, como condición necesaria para estabilizar el nivel general de precios y mejorar la capacidad de gasto del conjunto de los hogares, sino que además exigirán generar un marco atractivo para la inversión privada, y en la educación, no sólo de los niños y jóvenes, sino también de la población ocupada, dada la alta proporción de empleados que no han completado los estudios básicos de la escuela primaria y secundaria.

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