FOTO DE ARCHIVO: Billetes de dólar estadounidense, 10 de marzo de 2023. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo
FOTO DE ARCHIVO: Billetes de dólar estadounidense, 10 de marzo de 2023. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo (DADO RUVIC/)

Fue un mal día para los inversores, pero con menos daños a lo esperado. No hubo remate de activos y muchos prefirieron quedarse con sus bonos y acciones, antes que malvenderlos porque confían en que se recuperarán.

De todas maneras, es el primer día del impacto y esto no significa que la caída se detendrá, por lo menos en los activos de más riesgo. El dólar seguirá siendo la cobertura y el BOPREAL, el bono de los importadores, que se está licitando, será el de los menos afectados y con una buena proyección para el futuro porque tiene privilegios de los que carecen los títulos de la deuda soberana.

En principio, se trataron de emitir señales de tranquilidad, como la de marcar los precios al agro para las ventas a futuro. Se confeccionará diariamente un índice diario del dólar mayorista y del contado con liquidación (CCL) al que se ajustará la venta cuando llegue el día del vencimiento. El MatbaRofex se acopló a la medida y comenzó a publicar el dólar exportación que se forma del mix de 80% dólar mayorista y 20% de CCL que ayer subió a $916,20.

Pero esto fue una gota en el mar porque, si bien los inversores ven a un Gobierno decidido a cumplir sus metas, saben que el costo será más alto y que si no se acercan con los opositores, la volatilidad será una constante. Los inversores saben manejarse en las crisis económicas, pero se desorientan en las crisis políticas y van a buscar refugio en lo que mejor conocen: el dólar.

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Por caso, los que quedaron con heridas abiertas tardarán en cicatrizarse son los tenedores de bonos soberanos porque las calificadoras de riesgo están al acecho y los próximos informes sobre la deuda argentina serán menos favorables que los anteriores que ya venían marcando dudas al estimar que la posibilidad de que sean pagados en 60%.

Por eso el gran impacto fue en los bonos soberanos que soportaron bajas de más de 5% como sucedió con los Globales 2035 y 2038. Su influencia en la confección del Embi+, el índice que confecciona J P Morgan para medir el riesgo país, es muy elevado por eso subió 96 unidades (+5,2%) a 1.928 puntos básicos. Desde que asumió Milei nunca se logró quebrar el piso de los 1.800 puntos. El primer día de Gobierno el riesgo país era de 1.935 puntos básicos. En otras palabras, la baja los devolvió al valor de principios de gestión. Una paradoja: con la Ley Ómnibus sucedió lo mismo, volvió a sus orígenes.

El caso más emblemático es el del AL30D, un bono que se utiliza para operar con dólares financieros que el lunes tenía una paridad de 46% y ayer, tras la caída de 4,5%, volvió a 40,7%.

Los bonos que ajustan por CER con poco volumen tuvieron buen desempeño. El TX26 subió 2,53%. Los atados al dólar estuvieron equilibrados. Las expectativas de devaluación siguieron moderadas. El título dollar linked más emblemático, el TV24, aumentó 0,66%. Los duales que ajustan por devaluación o inflación subieron un promedio de 0,20% salvo el que vence en enero de 2025 que perdió 9,09% pero con operaciones irrelevantes.

Los que fueron levemente afectados fueron los BOPREAL, los bonos de los importadores que bajaron USD 2 a 65,5%, mientras se aguarda la licitación de la serie 2 que se inició ayer. Estos títulos bajaron por contagio de los soberanos.

Para Juan Martín Yanzón, jefe de la mesa de ConoSur, se esperaba “una rueda más abrasiva. Si bien largó ofrecida, pasado el mediodía hubo algo de demanda y luego volvió a caer a la tarde. En la plaza local se notó más cuando al cierre aflojó el CCL y tuvimos oferta sobre todo en Globales que pegaron más que los Bonares. La brecha por legislación cerró en torno al 8%”.

La brecha creció porque los inversores privilegiaron los títulos con ley Nueva York sobre los que están regidos por los tribunales locales.

Los dólares financieros tuvieron subas moderadas. La demanda intensa duró hasta el mediodía y el mercado la soportó porque faltaron vendedores que aparecieron poco tiempo después e hizo que el MEP subiera $4,71 (+0,4%) a $1.199,45. El CCL, que llegó a cotizar a $1.225, terminó con un aumento de $14,25 (+1,2%) a $1.263,67. El “blue” tuvo más demanda y avanzó $25 (+2,2%) a $1.170. La brecha entre el oficial y el CCL saltó de 50,4% a 54,2%.

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El Banco Central, en tanto, compró apenas USD 75 millones en el Mercado Libre de Cambios (MLC) donde el monto de negocios cayó a USD 265 millones. Era esperable que los exportadores se volvieran reacios. Hasta el día anterior, sus liquidaciones superaban USD 300 millones diarios.

El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini señaló que “los futuros siguieron el comportamiento de los dólares financieros iniciando la rueda con más firmeza que al final. El volumen de operaciones volvió a estar por encima de los 800.000 contratos al elevarse a 939.554, por tercera rueda consecutiva, aunque no se nota un gran incremento en el Interés Abierto (contratos abiertos) que sumaron 25 millones. Junio, el mes que estiman que Milei podría levantar los controles de capitales fue el que más tasa implícita sumó y la que mayor tasa marcó en el ajuste esperando una devaluación implícita del 9% desde hoy”.

También se operó diciembre a $1.860 lo que marca una devaluación de 125% para todo 2024.

La Bolsa pagó el costo de la crisis con un elevado monto de negocios por $28.682 millones que le dieron consistencia a la caída del S&P Merval, el índice de las líderes, de 5% en pesos y 6,2% en dólares.

Los más afectados fueron las empresas de energía. Transener perdió 9,62% y Transportadora Gas del Norte, 9,41%. Los bancos también fueron golpeados. Supervielle lideró las bajas con 9,56% y las demás entidades bajaron hasta por encima de 7% a excepción de Galicia que perdió poco más de 5%.

Los ADRs -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las bolsas de Nueva York- pintaron de rojo las pantallas. El certificado más castigado fue el de Banco Supervielle con 10,1%.

Hoy los inversores con la cabeza más fría y nuevos datos de cómo cambiará la estrategia oficial decidirán si estos precios son de oportunidad o deben seguir en pausa cubriéndose en dólares.

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