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Las personas que son amantes de los tamales deberán prepararse, ya que a finales del mes de enero de 2024 se llevará a cabo la Feria del Tamal en al Ciudad de México. El evento tendrá una duración de seis días, a lo largo de estos los expositores le ofrecerán al publico en general variantes del popular platillo.
Este año la Feria del Tamal se realizará en la alcaldía Iztapalapa y se llevará a cabo el próximo martes 30, miércoles 31 de enero, jueves 1, viernes 2, sábado 3 y domingo 4 de febrero del año en curso. La sede del evento será la Macroplaza del Jardín Cuitláhuac, alcaldía Iztapalapa, en un horario de 10:00 a 20:00 horas.
Cabe recordar que cada año los expositores ofrecen diferentes tipos de tamales, un ejemplo de ello es que en 2024 lograron presentar hasta 100 variedades de dicho platillo. Es importante destacar que la entrada a la Feria del Tamal en Iztapalapa será completamente gratuita, de tal forma que se convierte en un plan ideal para disfrutar en familia, en pareja o por cuenta propia.
(foto:@Alc_Iztapalapa/X)
En esta ocasión los visitantes podrán encontrar tamales de chocolate, champiñones, rajas con queso, elote y hasta de cochinita pibil, entre muchos otros, además de los sabores tradicionales como lo son los de dulce, verdes, de mole y oaxaqueños. Como ya es común, también se podrán encontrar guajolotas.
Los asistentes también disfrutar de una gran variedad de sabores de atole, por ejemplo de mamey, de fresa, cajeta, guayaba. tamarindo, chocolate y mucho más. Es importante destacar que los tamales que se exhibirán vendrán de diferentes estados de la República Mexicana,
Las personas interesadas en llevarse sus tamales deberán llevar sus propios recipientes, dicha medida tiene como principal objetivo no utilizar contenedores desechables y de esa manera cuidar el medio ambiente. Además de la enorme oferta gastronómica las personas que asistan podrán disfrutar de diferentes espectáculos artísticos y culturales de manera gratuita.
¿Cuál es el origen de los tamales?
El origen del tamal en México se a la época prehispánica. Constituían una parte fundamental de las celebraciones, sirviendo como sustento en fiestas mayoritarias e incluso en ritos asociados al ciclo agrícola para honrar la fertilidad de la tierra. Se les consideraba un elemento central en ceremonias funerarias como ofrenda a los difuntos.
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La versión ancestral de esta especialidad culinaria tenía una textura más densa y compacta, y se preparaba incorporando ingredientes autóctonos como la calabaza, el chile y el maíz, pilares de la dieta en la región. Tras la Conquista, el tamal experimentó una evolución en su composición, incorporando nuevos ingredientes provenientes de Europa que han definido el perfil de sabor que hoy conocemos.
Cabe mencionar que la manteca y la carne de cerdo, por ejemplo, se sumaron al recetario tradicional, ocupando el lugar que en su versión original estaba reservado para productos como la calabaza, los quelites y los elotes. Este intercambio culinario enriqueció la gastronomía mexicana, dando lugar a un sinfín de variantes regionales del tamal.
El tamal, joya de la gastronomía mexicana, se confecciona a partir de masa de maíz y puede rellenarse con una gran variedad de ingredientes, dando como resultado una rica diversidad de sabores y texturas. Se envuelve en hojas vegetales que varían dependiendo de la región, utilizando desde las tradicionales hojas de maíz hasta las de plátano, carrizo, chilaca o papatla.
Los rellenos abarcan desde la semilla de huauzontle y combinaciones como frijol con rajas, hasta carnes como el puerco o el pollo incorporados en complejas salsas. No se queda atrás la utilización de vegetales como zanahoria y papa, chícharos, pimiento y hasta huevo cocido. Además, existe una gama de tamales dulces, donde figuran sabores como piña con rompope, piñón con biznaga y dulce de cacahuate.
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