Roma, 7 ago (EFE).- El portavoz de la región italiana del Lazio, Marcello de Angelis, ha causado indignación en el país tras defender a tres terroristas de extrema derecha condenados por la matanza de Bolonia, el atentado de 1980 en el que murieron 85 personas y más de 200 resultaron heridas.

Las declaraciones de Marcello de Angelis, exsenador y responsable de Comunicación de la región que preside el conservador Francesco Rocca, poniendo en duda el origen neofascista de la masacre han desatado la ira de toda la oposición italiana, que ha pedido la intervención de la primera ministra, Giorgia Meloni, para obligarle a dimitir.

"Sé con certeza que Fioravanti, Mambro y Ciavardini no tuvieron nada que ver con la masacre de Bolonia. No es una opinión: lo sé con absoluta certeza. Y de hecho lo sabe todo el mundo: periodistas, magistrados y "personalidades institucionales", escribió De Angelis hace unos días en su cuenta de Facebook.

De Angelis, cuñado de Luigi Civardini y con un pasado ligado al extremismo de ultraderecha en los años 70 y 80, que le llevó incluso a pasar varios meses en la cárcel, aludía a los tres condenados a 30 años de prisión como ejecutores materiales del atentado perpetrado en la estación de tren de Bolonia el 2 de agosto de 1980.

Sus afirmaciones han causado estupor entre la oposición italiana y las asociaciones de víctimas, que exigen la dimisión del portavoz tanto a Rocca como a Meloni, mientras que entre las filas de la derecha hay división entre quienes apoyan y se oponen a De Angelis, aunque la mayoría mantiene silencio.

"Lo dijimos frente a la estación hace sólo unos días, en el aniversario de la masacre, no aceptamos más mentiras e intentos de reescribir la historia, negando las pruebas del juicio por las que tanto ha luchado la asociación de familiares de las víctimas y tanto han trabajado la Fiscalía y la policía en los últimos años", dijo la líder de la oposición, Elly Schlein.

Meloni no acudió a la conmemoración ni usó la palabra "neofascista" en su mensaje por el 43 aniversario de la matanza, limitándose a pedir "la verdad sobre las masacres que marcaron a Italia en la posguerra", una frase ambigua que llevó a Schlein a acusarla de promover el "revisionismo histórico".

Según varios medios italianos, la primera ministra no ha querido intervenir directamente, pero ha pedido a Rocca que cese de su puesto a De Angelis, lo que podría suceder en las próximas horas, aunque hasta ahora el presidente del Lazio se ha limitado a afirmar que las declaraciones de su portavoz son "a título personal".

La polémica, además, ha divido a la derecha, pues mientras el exalcalde de Roma Gianni Alemanno alabó "la valentía" de Di Angelis y pidió a los militantes de derechas que compartieran su cuenta de Facebook, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se refirió hoy a la "responsabilidad incontrovertible de militantes del terrorismo neofascista".

"Cualquier polémica instrumental al respecto es obra de quienes pretenden tener el derecho exclusivo a la indignación por una de las páginas más dolorosas y vergonzosas de nuestra historia", añadió.

La matanza de Bolonia fue el atentado terrorista más grave de Italia tras la Segunda Guerra Mundial, en le que murieron 85 personas y más de 200 resultaron heridas y por ella fueron condenados tres militantes miembros de la organización Núcleos Armados Revolucionarios. EFE

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