En un bar de Zaragoza, España, la historia de un usuario de TikTok, conocido como @soyfelber, generó revuelo en las redes sociales. Es que trabajando como camarero en un restaurante, este joven relató en un video viral cómo manejó una situación peculiar con una clienta insatisfecha.

La anécdota comienza con una mesa de cuatro comensales que ordenaron el menú del día. Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que una de las clientes, identificada como Antonia, decidió devolver medio plato de spaghetti a la boloñesa, argumentando que no le gustaban.

“Os voy a contar lo que ha pasado en el bar. Ha venido una mesa de cuatro personas a comer menú del día. Una de ellas ha pedido spaghetti a la boloñesa”, explicó el mozo. Luego agregó que al cabo de un rato le devolvieron el plato de fideos porque a la clienta no le gustaron y quería que se lo cambiaran por unos espárragos con jamón.

El insólito episodio que vivió un mozo por medio plato de fideos. (TikTok)
El insólito episodio que vivió un mozo por medio plato de fideos. (TikTok)

La reacción del camarero no se hizo esperar y, en un tono decidido, expresó su postura sobre la situación: “A ver, que yo no tengo ningún problema en cambiártelos, de hecho te los voy a cambiar, de hecho se los he cambiado, pero no voy a permitir que se rían de mí. Es que no. Hay veces que no podemos ser tan tontos”.

La grabación continuó con @soyfelber explicando su perspectiva sobre la devolución de la comida: “Si tú me devuelves medio plato de espaguetis, pues lo siento, pero te voy a dar medio plato de espárragos con jamón y así lo he hecho. Ya sé que muchos me vais a decir: pero eso está mal, porque así no se hacen las cosas, los clientes siempre tienen razón. Pues no. Lo siento, pero no”.

El camarero argumentó que estaba dispuesto a aceptar devoluciones, pero con ciertos límites. “Yo te prometo que si te comes un poco, cuatro cucharadas y dices: es que de verdad que no me gustan, sin ningún problema te los cambio, te pido perdón porque no te haya gustado y lo que tú quieras”. El mozo insistió que era un abuso devolver más de medio plato comido porque no le gustó. “¿Y ahora te has dado cuenta? ¿En serio? ¿Necesitas comerte medio plato?”, cuestionó.

Con un tono resuelto, concluyó la anécdota: “Pues es lo que hay: si te comes medio plato y me lo quieres cambiar te doy medio plato. Punto”.

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