Una vez que sale el sol, muchos caminos rurales siguen anegados
Una vez que sale el sol, muchos caminos rurales siguen anegados

Las fuertes tormentas y constantes lluvias de las últimas dos semanas en gran parte del centro del área agrícola nacional no solo trajeron consigo problemas productivos en algunas zonas, sino que también implicaron la paralización de la cosecha de maíz y girasol en dichos lugares, la imposibilidad de ingresar a los campos o trasladar los granos y el anegamiento de los caminos rurales y el atraso en la comercialización de la mercadería hacia los puertos del país.

“Lo primero que sucede con estos temporales es el anegamiento de los caminos rurales, y hace muy difícil sacar la cosecha. Eso implica un retraso en la comercialización”, dijo el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras.

Según planteó Idígoras, “ha llovido de manera diferente en las distintas regiones, con mayor énfasis sobre el centro-norte de la Provincia de Buenos Aires y en el sur de Santa Fe que fueron muy afectados, con un fuerte retraso de la cosecha. Pero en el resto de las provincias las lluvias no han sido tan dramáticas, por lo que la comercialización no ha sido tan afectada. Pasado ya esto, esperamos que se pueda retomar ese flujo”.

No obstante, el dirigente subrayó que el retraso en la cosecha impacta en el ingreso de camiones a puertos. Esto se puede constatar en el flujo de unidades que ingresaron en los puertos de Rosario en estos últimos días respecto a la semana anterior. Según la Bolsa de Comercio local (BCR), en lo que va de esta semana el ingreso de camiones se mantuvo en un rango de entre 1.000 y 2.000 vehículos diarios, mientras que entre el 11 y 15 de marzo ese promedio varió de 2.300 a 3.000 camiones.

FOTO DE ARCHIVO: Camiones descargan soja en la planta de procesamiento Louis Dreyfus cerca del puerto de Rosario. REUTERS/Nicolas Misculin
FOTO DE ARCHIVO: Camiones descargan soja en la planta de procesamiento Louis Dreyfus cerca del puerto de Rosario. REUTERS/Nicolas Misculin (STRINGER Argentina/)

Sin embargo, esto no representará un inconveniente en la dinámica portuaria, ya que “en general siempre se mantienen stocks previos de granos para poder dar respuesta a la carga de los barcos, para que los temporales no incidan sobre la logística fluvial. Por supuesto, si los temporales persisten, eso puede tener un efecto, pero por lo pronto no se visualizan retrasos en la logística por esto”.

“Complicado”

Para el director de la consultora Agritrend, Gustavo López, las abundantes lluvias y las fuertes tormentas llegaron en un momento donde el campo no necesitaba tanta agua y que traen problemas directos a la cosecha:“En el caso del girasol está poco más de la mitad cosechado, con lo cual no se está necesitando agua en estos momentos para poder levantarlo, mientras que para el maíz, este temporal fue terrible para el centro de Buenos Aires, donde la tormenta arrasó, a lo que se debe sumar la plaga de la chicharrita”.

Por esta cuestión, para López “está complicada la cosa, porque se atrasa la cosecha y los barcos que están a la carga se van a empezar a acumular. De todas maneras, está ingresando maíz (a los puertos), por lo cual no es dramática la situación, pero los embarques más tempranos van a empezar a presionar bastante”.

“Hoy hay problemas en la logística, en la salida de los acopios, con zonas que fueron muy perjudicadas, lo cual resiente toda la cadena”, por lo cual “hay que ver cómo sigue el clima. No se van a parar los embarques, porque ya hay mercadería allí, pero se va a atrasar toda la secuencia, porque hay zonas en la que hubo mucho impacto”, completó López.

“Volvió a salir el sol”

“El sol volvió a salir en varias zonas de cultivo y eso le cambia la cara a los agricultores que tenían interrumpida la cosecha de maíz temprano desde hace varios días. Las incesantes lluvias ocurridas desde mediados de marzo habían saturado los suelos de humedad, lo que impedía el tránsito de las modernas cosechadoras de gran ancho de labor, pero que pesan más de 15 toneladas”, marcaron a Infobae desde la consultora AZ Group.

En este sentido, plantean que el girasol se cosechó a fines de febrero y principios de marzo sin problemas, pero que el maíz temprano podía trillarse desde hace 15 días, aunque “está resistiendo bien la demora en la cosecha. No obstante, de haber continuado el tiempo húmedo habían comenzado padecer problemas de vuelco de plantas por vientos o de contaminación fúngica de los granos de la espiga”.

“Lo primero que sucede con estos temporales es el anegamiento de los caminos rurales, y hace muy difícil sacar la cosecha. Eso implica un retraso en la comercialización” (Gustavo Idígoras)

“Si sobrevienen tres o cuatro días de buen tiempo, los cosecheros podrán volver a entrar a los lotes de maíz, que, una vez recolectado, se podrá movilizar hasta las plantas de acopio por los caminos de tierra ya oreados”, indicaron desde la consultora.

No obstante el optimismo respecto al clima para los próximos días, un problema que subyace es la situación de los caminos rurales, que en gran medida se hacen totalmente intransitables por las lluvias. “Hay muchas quejas de los productores por el mal mantenimiento de los caminos de tierra en distintas comunas; se quejan de que los recursos que se perciben por el cobro de la tasa vial se desvían a otros objetivos o no se utilizan eficientemente para conservar esas esenciales vías de comunicación hacia centros de acopio o puertos”, sostuvieron..

También, desde AZ Group plantearon que “la mayor demanda de camiones durante la época de cosecha contribuye a la elevación de la tarifa de transporte. Por esa razón, muchos productores recurren a la conservación del grano en silobolsas en el campo durante tres o cuatro meses, para movilizarlos más adelante, en momentos de menor demanda de fletes y mejores precios de los granos”.

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