La economía finalizará 2023 en caída tras dos años de recuperación. (EFE)
La economía finalizará 2023 en caída tras dos años de recuperación. (EFE) (EFEI0023/)

La actividad económica finalizará el año en una caída, en torno al 1% interanual, y cortará con una racha de dos años consecutivos de recuperación tras el impacto de la pandemia. Ese proceso continuará durante los próximos meses en un contexto de aceleración de la inflación. La “estanflación” a la que se refirió en varias oportunidades el presidente Javier Milei. Entre los factores fundamentales que explicaron la baja del 2023 se encuentran la sequía, la aceleración inflacionaria, la pérdida del poder adquisitivo, el ajuste fiscal, las devaluaciones de agosto y diciembre y las restricciones de acceso a dólares para importaciones.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) son elocuentes: en el tercer trimestre el PBI cayó 0,8% interanual, siendo la segunda merma consecutiva en esa medición. La caída en las exportaciones del agro jugaron un papel importante, aunque si se excluyera ese rubro la tendencia igualmente sería negativa. Al observar la medición desestacionalizada se observa una mejora del 2,7% respecto al trimestre anterior, aunque responde a un mejor desempeño del agro.

El último cuarto del año muestra signos negativos. El Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) del organismo estadístico, que anticipa el desempeño del PBI en base a los principales sectores de la economía local, marcó en octubre una contracción de 0,1% respecto al mes anterior y una suba de 0,6% contra el mismo mes del año pasado. Sin embargo, el acumulado de los primeros diez meses del año arrojó una contracción del 1,4% interanual.

Los datos adelantados de noviembre no son nada alentadores. Por caso, el índice de actividad de la consultora Orlando Ferreres registró para el mes pasado una caída de 1,8% interanual mientras que en la medición desestacionalizada hubo una merma de 0,6% respecto a octubre.

La actividad se contrajo 1,8% interanual en noviembre, según Ferreres.
La actividad se contrajo 1,8% interanual en noviembre, según Ferreres.

“Mirando hacia adelante, el panorama comienza a aclararse, aunque la perspectiva a mediano plazo es compleja. Estamos a las puertas de un cambio drástico de modelo productivo, transicionando de un esquema proteccionista a uno abierto. Aún en el caso de que se tomen medidas paliativas efectivas y que el modelo que se está imponiendo resulte exitoso, podemos esperar tensiones en algunos sectores de la economía, particularmente en los sectores más dependientes del proteccionismo del Estado”, advirtió Ferreres.

Para la consultora LCG el adelantamiento del consumo como mecanismo que utilizan los agentes económicos para proteger su poder adquisitivo de la inflación funcionó como un “amortiguador” de la actividad. La recuperación paulatina del agro después de la peor sequía de la historia también dio una mano. “Desde el lado de la oferta, la disponibilidad de divisas para importaciones continuará condicionando la actividad de la industria y el comercio”, agregaron.

“En resumen, esperamos que, para lo que resta del año, la actividad continúe marcando una dinámica contractiva, principalmente por la inestabilidad propia de un cambio de gobierno y la caída del salario real. Esto redundará en una caída en torno al 1,1% anual promedio para 2023″, proyectó LCG.

Se espera una fuerte recuperación del las exportaciones del agro tras el final de la sequía.
Se espera una fuerte recuperación del las exportaciones del agro tras el final de la sequía. (Andres Stapff/)

En ese sentido, la consultora ACM comentó: “Hacia delante, en base al Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, se puede observar que se espera una caída cercana al 2% en el último trimestre del año, lo que puede implicar una caída mayor al 3%mensual sin estacionalidad en los últimos dos meses del año, episodio que solo se ha registrado a fines de 2008. Por el momento la actividad económica ha mostrado mayor resiliencia a las expectativas, por lo que existe la posibilidad de que la misma presente un mejor resultado en comparación a la caída del 1,4% del producto proyectada”.

Después del desplome de la pandemia en 2020, el PBI se recuperó fuertemente en 2021 y 2022 para volver a niveles similares a los de la crisis del 2019. Con la baja acumulada que se espera para 2023 se interrumpirá esa racha positiva y tanto las expectativas privadas como las del Gobierno dan cuenta de que en 2024 la actividad se mantendrá en terreno negativo.

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