Sergio Massa durante una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía
Sergio Massa durante una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía (MATIAS BAGLIETTO/)

Sergio Massa se refleja en el espejo de Emmanuel Macron para diseñar su campaña electoral. Cuando aún era ministro de Economía del presidente socialista Francois Hollande, Macron reveló que pretendía ocupar el Palacio del Eliseo. Hollande adelantó que se retiraba del poder y su ministro de Economía no dudó en anunciar que pretendía su lugar. Macron hizo campaña desde la gestión económica y el 7 de mayo de 2017 derrotó en el balotaje a Marine Le Pen, la candidata de extrema derecha.

En este contexto, Massa convocó hoy temprano a su gabinete para definir nuevas medidas y al mediodía hará un movimiento diplomático-financiero con el Club de París para fortalecer su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los integrantes del Club de París integran el board del FMI, y sus votos son claves para lograr el recalibramiento de las metas que se negocian desde hace semanas entre Buenos Aires y Washington.

Hacia fines de octubre de 2022, una misión técnica del Palacio de Hacienda cerró un acuerdo para refinanciar una deuda cercana de 2.000 millones de dólares con el Club de París. Esa delegación integrada por Leonardo Madcur -jefe de asesores de Economía- y Marco Lavagna -director de Relaciones Financieras Internacionales- definió un esquema de pago con Emmanuel Moulin, titular del Club de París y secretario del Tesoro de Francia.

Massa convocó a la embajadora de España, María Jesús Alonso, a la representante de Francia, Claudia Scherer Effosse y al enviado diplomático de Suecia, Anders Karlsson, para firmar sus respectivos convenios con la Argentina. La cita organizada por Gustavo Pandiani -subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería- será en el Ministerio de Economía y sólo falta ajustar un detalle administrativo con Japón para cerrar todos los acuerdos del Club de París. 18 en total.

La firma con los embajadores de Francia, España y Suecia apuntalan la negociación de Massa con el FMI. Argentina cumple sus obligaciones financieras y da certidumbre al board del Fondo que se encuentra remiso al momento de considerar los planteos estructurales que la cartera de Economía está haciendo al staff técnico que depende de Kristalina Georgieva.

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Sergio Massa junto a Christofer Dodd -enviado especial de Joseph Biden para América Latina- y Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en la Argentina

Además de preparar la reunión con los embajadores, Massa utilizó el fin de semana para mantener una larga conversación con Chris Dodd, enviado especial de Joseph Biden para América Latina. Dodd es amigo personal del Presidente de los Estados Unidos, tiene excelente relación con Massa y apoya la gestión del ministro ante el FMI.

En DC asignaban extrema importancia a la designación de Massa como candidato presidencial. Conocen a Eduardo “Wado” de Pedro y Daniel Scioli, pero la llegada del ministro de Economía al Ala Oeste, la Secretaria del Tesoro, el board del FMI y el Departamento de Estado es un asset propio que no se podía transferir de manera automática a los candidatos presidenciales que ya han renunciado a esa aspiración política.

Dodd felicitó a Massa por su candidatura, y se comprometió a empujar -de nuevo- las propuestas del Palacio de Hacienda al staff del FMI y al tándem Gita Gopinath y Kristalina Georgieva, subdirectora y directora gerente del FMI. Si los movimientos de Dodd en la Casa Blanca y la Secretaria del Tesoro prosperan, la negociación alcanzará una nueva velocidad y es posible que haya acuerdo en tres semanas.

Sergio Massa y Cristina Fernandez de Kirchner durante un encuentro en el Senado
Sergio Massa y Cristina Fernandez de Kirchner durante un encuentro en el Senado (ARGENTINE VICE-PRESIDENCY/)

Massa utiliza la historia de Macron para construir su propia estrategia electoral. Y a ese antecedente europeo se le podría agregar la experiencia personal de Fernando Henrique Cardoso, que asumió como ministro de Hacienda del presidente Itamar Franco en julio de 1993. Ese año la inflación anual de Brasil fue de 2.567 por ciento, y Cardoso era el cuarto ministro de Franco que reemplazó al destituido Fernando Collor de Melo.

Cardoso derrotó a Lula da Silva en 1994, pero como Macron no tenía disidencias con el Presidente, no debía hacer equilibrio político en su fuerza partidaria y logró que la sociedad brasileña pueda diferenciar su Plan Real del gobierno de Itamar que sólo tenía el cinco por ciento de imagen positiva.

A diferencia de Macron y Cardoso, Massa enfrenta otro escenario político y ya ha explicado su estrategia a Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner y ciertos gobernadores peronistas, entre ellos Axel Kicillof, Gildo Insfran y Gerardo Zamora. Todos se comprometieron a respaldar la agenda del ministro de Economía, que en principio seguirá en su cargo hasta las PASO del 13 de agosto.

Tras estas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, Massa decidirá si renuncia como Macron o Cardoso antes de emprender el ultimo tramo de la campaña presidencial. Una estrategia electoral hacia adelante que aún no definió en la soledad de su despacho del Quinto Piso del Palacio de Hacienda.

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