Tokio, 30 oct (EFECOM).- El Banco de Japón (BoJ) inició este lunes su reunión de dos días sobre política monetaria entre especulaciones de que pueda acometer algún tipo de ajuste en su política monetaria para tratar de frenar la acentuada depreciación del yen.

Algunos analistas especulan con la posibilidad de que la entidad crediticia japonesa decida volver a revisar su control de la curva de rendimientos para ajustar el nivel de tolerabilidad de sus márgenes de negociación, aunque esperan ampliamente que mantenga sus actuales tipos de interés de referencia en terreno negativo.

Todo ello pese a una esperada revisión al alza de sus pronósticos de inflación para 2023 y 2024 en su informe trimestral de previsiones económicas, que publicará mañana al término del encuentro junto a las conclusiones en materia de política monetaria.

El BoJ viene insistiendo en que quiere mantener los costes de endeudamiento en los niveles más bajos posibles para lograr una inflación estable respaldada por un crecimiento salarial sostenido.

El banco central japonés considera que el nivel actual de los precios, por encima de su objetivo del 2 %, es transitorio y responde a factores externos como la guerra en Ucrania, que han afectado al suministro de energía y alimentos, por lo que se ha resistido a efectuar cambios directos en los tipos de interés.

Pero la reciente subida de los rendimientos de los bonos a 10 años, que se acercan a su margen actual tolerable del 1 %, y el alza de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos vienen ejerciendo presión sobre la entidad, así como una acentuada depreciación del yen frente al dólar.

A esto se suma ahora un nuevo factor de riesgo, la incertidumbre sobre el impacto en la economía global de la guerra entre Israel y el grupo palestino Hamás, con ramificaciones en Oriente Medio.

El dólar ronda la barrera psicológica de los 150 yenes, barrera que ha superado en días previos (entre especulaciones de intervenciones monetarias que el Gobierno nipón no ha confirmado) como reacción a la divergencia entre el endurecimiento monetario en EE.UU. y Europa y las medidas ultraflexibles del BoJ.

Tras la decisión la semana pasada del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los tipos tras diez alzas consecutivas, se espera que la Reserva Federal estadounidense (Fed), que ha esgrimido un agresivo endurecimiento monetario también, haga una pausa en su próxima reunión mensual, lo que podría contribuir a frenar la caída del yen.

El banco central japonés cuenta actualmente con unas tasas de interés a corto plazo del -0,1 % y mantiene un extenso programa de compras de fondos cotizados para orientar los rendimientos a largo plazo a cero, aunque desde julio los ha dotado de mayor margen de maniobra, mientras se mantengan por debajo del 1 %. EFECOM

mra/asb/rrt

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.