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El futuro hoy es incierto, y así lo seguirá siendo para los jóvenes. En un mundo marcado por la incertidumbre y las sacudidas económicas, las nuevas generaciones han adoptado un enfoque radicalmente distinto hacia el futuro.

Este contexto ha llevado a una reevaluación de prioridades, destacando la importancia de vivir el presente. Marcas de lujo como Gucci y Prada se han convertido en emblemas de la indulgencia temprana, símbolos tangibles de experiencias presentes más que de un futuro proyectado.

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Generación Z: presente sobre proyección

La Generación Z, en contraste con sus padres u otras generaciones más grandes obsesionados con el mañana, ha dirigido su atención hacia el hoy, sin importar la proyección hacia el futuro que será, cada vez más, incierto.

Este cambio de perspectiva se ha visto facilitado por el impacto de las redes sociales, que han otorgado a los jóvenes un sentido de poder personal y la capacidad de ser agentes de cambio, al mismo tiempo que encuentran una herramienta para ser auto sustentables en su aquí y ahora.

La frustración, convertida en lección

Las nuevas generaciones han aprendido rápidamente de las frustraciones de sus padres, quienes, obsesionados con asegurar el futuro, no lograron alcanzar sus metas. Este aprendizaje ha transformado la mentalidad de los jóvenes, quienes ahora valoran lo que perdieron: la capacidad de disfrutar el momento, sin postergar la indulgencia para tiempos más seguros.

En este escenario, la publicidad juega un papel crucial al ser un reflejo de los valores y las tendencias de consumo de la época. La relevancia de la publicidad radica en su capacidad para conectarse de manera insightful con los jóvenes, reconociendo sus elecciones de vida y acompañándolos en sus decisiones.

El nuevo consumidor

La aspiración de este nuevo consumidor se manifiesta en el deseo de disfrutar de todo ahora, incluso sin poseer nada. Los bienes materiales han perdido relevancia frente a la acumulación de experiencias vitales, que pueden ser adornadas con artículos caros o baratos, pero sobre todo, con tiempo.

El tiempo es el nuevo valor. “Time is money”, como dice el dicho.

Estrategias de marca

Las marcas han identificado la enorme oportunidad que se presenta en el disfrute del momento. La venta de experiencias se ha convertido en la responsabilidad esencial de cualquier marca que aspire a conectar con estos jóvenes. La marca que se convierta en aliada de esta búsqueda de vivir intensamente será bienvenida.

Hoy la conversación entre la marca y el consumidor es un punto de vista compartido. Un mensaje sobre cómo vivir bien, cómo aprovechar el sistema y superar las estrategias de las generaciones anteriores.

Este mensaje es crucial para establecer una conexión significativa con los consumidores más jóvenes, proporcionando no solo productos, sino también una visión de la vida que resuene con sus valores y aspiraciones.

En definitiva, se trata de la ruta hacia la felicidad sin esperas. Cada generación tiene un camino para ser feliz, y los jóvenes de hoy saben que no hay que esperar para hacer lo que uno quiere.

La clave está en vivir el presente, en disfrutar las experiencias que, adornadas o no con elementos materiales, marcan el disfrute y la vida.

Gucci y Prada a los 20 no son solo productos de lujo, sino símbolos de la decisión consciente de vivir plenamente en el ahora.

El autor es Partner estratégico de Vendaval Agency

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