La Asociación de Fábricas de Automotores de la República Argentina (Adefa) renovó sus autoridades tras dos mandatos de Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina entre los años 2021 y 2023. Su sucesor será uno de los ejecutivos que se desempeñaba en el cargo de vicepresidente de la entidad, Martín Zuppi, quién actualmente ocupa la presidencia de Fiat, Jeep y RAM dentro del Grupo Stellantis Argentina. El mandato de Zuppi contempla el período 2022 y 2023.
Galdeano, a su vez, continuará en la Comisión Directiva ocupando uno de los cargos de la vicepresidencia, junto a Pablo Sibilla, actual presidente de Renault Argentina. Los restantes miembros de la nueva conducción serán César Luis Ramírez Rojas (Scania), en el cargo de secretario, y Raúl Mier (General Motors), Takashi Fujisaki (Honda Motor), Santos Doncel Jones (Iveco), Manuel Mantilla (Mercedes-Benz Argentina), Raúl Barcesat (Mercedes-Benz Camiones y Buses), Ricardo Flammini (Nissan), Rodrigo Pérez Graziano (PSA Peugeot Citroën), Gustavo Salinas (Toyota) y Marcellus Puig (Volkswagen) en calidad de vocales.
En la asamblea de renovación de autoridades, Zuppi repasó el cierre del año y los desafíos y oportunidades que se presentan para la industria automotriz y aseguró que se continuará dialogando con las autoridades y cadena de valor para avanzar en la agenda sectorial.
“El objetivo es dar continuidad al intenso trabajo que viene llevando la entidad estrechando nuestro relacionamiento con la cadena de valor integrada por los proveedores, concesionarios y sindicatos en conjunto con las autoridades nacionales, provinciales y municipales para avanzar en la implementación de medidas que promuevan la producción, exportación, inversión y empleo, además de reforzar la mejora de la competitividad frente a un contexto muy desafiante”, señaló Zuppi.
El momento que vive la industria automotriz argentina es verdaderamente un gran desafío para Adefa como entidad que nuclea a las 13 compañías que cuentan con fábricas automotrices que producen en nuestro país, y que son Ford, General Motors, Honda Motor, Iveco, Mercedes-Benz, Mercedes-Benz Camiones y Buses, Nissan, Renault, Scania, Stellantis Argentina FCA, Stellantis Argentina PSA, Toyota y Volkswagen.
Durante este año, Adefa tuvo un rol protagónico en el acuerdo de “Precios Justos” que permitió destrabar la liberación de permisos de importación (SIRA), que mantuvo cerrado el ingreso de unidades terminadas del exterior durante los meses de julio y agosto. También es la entidad la que constantemente monitorea el funcionamiento de las plantas de sus socios, intentando interceder como representación en bloque de la industria automotriz, ante las dificultades que enfrentan con la importación de bienes, insumos y autopartes para mantener funcionando la producción nacional.
Actualmente, el gran desafío que tendrá la gestión que liderará Zuppi, es conseguir que vuelvan a emitirse los pagos de divisa extranjera a proveedores del exterior, la cual está interrumpida desde el acto eleccionario del 22 de octubre, y que mantiene al límite el stock de autopartes para la producción de las fábricas argentinas, tanto de automóviles como de utilitarios, camiones y motocicletas que están nucleados en Adefa.
Después de varias interrupciones de las líneas que sufrieron Toyota, Renault, Peugeot y Volkswagen antes del acuerdo entre el Ministerio de Economía y las fábricas de Adefa, la más perjudicada por esta situación de falta de componentes en la cadena de suministro fue General Motors Argentina, que mantuvo sin operaciones su planta de Alvear, Santa Fe, durante tres semanas, totalizando 13 días sin producción ante dos feriados que redujeron las jornadas laborales a cuatro días por semana en dos oportunidades.
Actualmente, ante la misma situación de falta de pagos al exterior que siguen sin cumplirse en la fecha pactada inicialmente de 180 días, algunas plantas tienen faltantes de repuestos o autopartes y están produciendo vehículos sin terminar, los cuales quedan estacionados en un playón a la espera de los faltantes para reingresar esos vehículos a las líneas. La preocupación radica en que, más allá de esa forma de resolverlo coyunturalmente, si en algún momento se producen faltantes de elementos que impiden que las unidades puedan quedar estacionadas a la intemperie, se deberá interrumpir la producción.
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