FILE PHOTO: A one thousand Argentine peso bill sits on top of several one hundred U.S. dollar bills in this illustration picture taken October 17, 2022. REUTERS/Agustin Marcarian/Illustration/File Photo
FILE PHOTO: A one thousand Argentine peso bill sits on top of several one hundred U.S. dollar bills in this illustration picture taken October 17, 2022. REUTERS/Agustin Marcarian/Illustration/File Photo (AGUSTIN MARCARIAN/)

El gran rally de acciones y bonos argentinos coincide con un periodo de estabilidad cambiaria que se prolongó mucho más de lo esperado por los inversores. Con dólares financieros que se mantienen por debajo de los 500 pesos, la brecha cambiaria ya está cerca caer al 80%, luego de haber tocado el 100% a fines de abril.

Uno de los datos sobresalientes de junio es que el Banco Central ya no precisó vender reservas a través del mercado de bonos. Se trata de un fuerte contraste en comparación con lo sucedido en mayo, cuando había destinado cerca de USD 750 millones para que no se disparen el contado con liquidación ni el dólar MEP.

Al menos en el corto plazo, Sergio Massa consiguió llevar adelante con éxito la estrategia de achicar la brecha cambiaria, manteniendo el techo estable mientras sube el piso, es decir la cotización del dólar oficial.

Según estimó el economista Fernando Marull, el dólar oficial subió 7,2%, algo menos que el mes anterior pero muy cerca de la cotización esperada. En las últimas semanas, incluso, el ritmo de devaluación ya se estaría ubicando por debajo del 7% mensual.

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La estabilidad de la brecha es fundamental para enfrentar con algo más de tranquilidad el proceso previo a las PASO. La tranquilidad de los dólares financieros también estaría ayudando para que la inflación se haya desacelerado en junio: estimaciones del sector privado indican que podría haber perforado el nivel de 7%, tras el 7,8% de mayo y el 8,4% de abril.

Pese a que el Banco Central no intervino para prevenir la suba de los dólares financieros, igual las reservas cayeron más de USD 5.000 millones en junio. A fin de mes se cancelaron vencimientos de deuda por USD 2.700 millones con el FMI. Además, el BCRA tuvo que vender arriba de USD 650 millones en el mercado oficial, ante la falta de oferta del sector cerealero. El resto se utilizó para abastecer a empresas y provincias que precisaron pagar deudas en dólares, como el caso de los USD 150 millones que pidió Córdoba para hacer frente al vencimiento de un bono.

La marcha de las negociaciones con el Fondo será clave para sostener la estabilidad cambiaria y que la brecha no se dispare. Massa está peleando con el organismo que desembolse en los próximos días un monto mayor que el que se había negociado en el acuerdo original. Según sostienen desde el ministerio de Economía, el FMI podría liberar unos USD 6.800 millones.

En mayo el BCRA utilizó un volumen superior a los USD 700 millones de reservas para que no se disparen los dólares financieros, luego de la escapada del tipo de cambio de abril. Pero un mes después ya no fue necesario mantener esa intervención, en un contexto de mayor optimismo de los inversores y fuerte suba de los bonos dolarizados

Si finalmente ocurre este pago “extra”, se utilizarían unos USD 4.200 millones para cubrir los pagos al propio organismo. Además, también se podría enfrentar con mayor holgura el vencimiento de intereses de bonos dolarizados por USD 1.000 millones, a fines de esta semana.

El equipo económico, sin embargo, precisa mayor poder de fuego para seguir interviniendo en el mercado cambiario, ante la fuerte caída del nivel de reservas. Mientras que el stock bruto perforó los USD 28.000 millones, habiendo arrancado el año arriba de USD 40.000 millones. Pero las reservas netas son negativas en cerca de USD 3.000 millones, de acuerdo a la metodología utilizada por el FMI.

Por lo tanto, un mayor desembolso a mediados de julio por parte del organismo sería clave para recomponer reservas y evitar cualquier alteración significativa en el mercado cambiario, justo en medio del proceso electoral.

Por otra parte, la tranquilidad cambiaria también es un reflejo de las expectativas vinculadas con el proceso electoral y la confirmación de candidatos más predecibles para los mercados. Las PASO, el 13 de agosto, serán el próximo hito para consolidar esta expectativa, ya que un resultado sorpresivo tendría un impacto directo tanto en las cotizaciones bursátil como en la evolución del tipo de cambio.

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