El IPI acumuló en septiembre cuatro meses consecutivo con retracción en comparación con un año antes, en tanto que en el cotejo intermensual en valores desestacionalizados no logra sumar más de dos meses con aumento (EFE)
El IPI acumuló en septiembre cuatro meses consecutivo con retracción en comparación con un año antes, en tanto que en el cotejo intermensual en valores desestacionalizados no logra sumar más de dos meses con aumento (EFE) (EFEI0658/)

La economía llega a la segunda vuelta electoral 2023 y cierre de la presidencia de Alberto Fernández no sólo muy debilitada, sino peor aún con perspectivas de profundización de eses estado en lo que restra del último trimestre, que excede el más difundido deterioro de las finanzas públicas y el desequilibrio monetario que explican la inquietante aceleración de la tasa de inflación, en particular en términos interanuales.

Así se desprende del índice general de empleo registrado que, por segundo mes consecutivo, en septiembre cerró con estabilidad de los puestos y desaceleración del aumento interanual de 2,5% un año antes a 2% ahora, pero con el agravante que la variable de ajuste fue la profundización de la caída de los salarios en valores reales, según las últimas estadísticas del Ministerio de Trabajo y del Indec.

Ese cuadro explica que la tasa de entrada cayera a uno de los niveles más bajo de la serie desde la salida de la crisis sanitaria de Covid-19, con 1,9% de la dotación del mes previo -disminuyó tres décimas de punto porcentual en un año-, mientras que la tasa de salida se ubicó en un nivel similar al de los ingresos, con lo que se estancó el saldo final de la nómina de personal en la franja formalizada.

Un movimiento similar detectó el Indec en los indicadores de actividad de la industria manufacturera y de la construcción en general en los últimos meses.

En el primer caso, el IPI acumuló en septiembre cuatro meses consecutivo con retracción en comparación con un año antes, en tanto que en el cotejo intermensual en valores desestacionalizados no logra sumar más de dos meses con aumento, al punto que en los últimos 21 meses sólo 8 finalizaron en un nivel superior al previo.

Mientras que, en el segundo, el Indicador de Coyuntura acumula 7 meses de los últimos 9 con notable receso respecto de un año antes; y también, como en el caso de la industria manufacturera, 8 de los pasados 21 con caída en el índice mensual corregido por estacionalidad.

La tasa de entrada de personal cayó en septiembre a uno de los niveles más bajos de la serie desde la salida de la crisis sanitaria de Covid-19, con 1,9% de la dotación del mes previo

Según precisó Infobae en varias notas en las últimas semanas, la causa de semejante cuadro que llevó a la Argentina a ubicarse entre los del peor desempeño dentro del selecto grupo del G-20, es la extrema situación de la disponibilidad de reservas en divisas, con un saldo negativo de más de USD 20.000 millones en la posición de libre de disponibilidad de las tenencias propias, según se desprende del balance contable semanal de la entidad que preside Miguel Pesce, y que ha llevado a extender las restricciones a las importaciones, sin diferenciar entre materias primas y partes esenciales para la producción y el consumo imprescindible (medicamentos e insumo médicos) y los bienes prescindibles.

Expectativas para el resto del año

De ahí que persista en la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo una apabullante proporción de empresas con más de 10 asalariados registrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino -SIPA- (más de 95 de cada 100) que proyectan estabilidad de la nómina; y del 4,2% que declaran que harán cambios en sus dotaciones en los próximos tres meses (octubre – diciembre), 2,8% del total espera aumentarla y el 1,4% restante estima que la reducirá. De ahí resulta un saldo positivo de apenas 1,4% de los establecimientos consultados.

fila para buscar trabajo
la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo una apabullante proporción de empresas con más de 10 asalariados registrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino -SIPA- (más de 95 de cada 100) que proyectan estabilidad de la nómina (NA)

Si bien se trata de una estadística alentadora, porque acumula un resultado expansivo en cantidad de establecimientos con crecimiento neto de personal ininterrumpido desde febrero 2021, carece de la amplitud suficiente para absorber los puestos perdido en la amplia franja de la informalidad que persiste en la Argentina.

La cobertura de la EIL alcanza a cerca del 60% del total de asalariados registrados

Aclara Trabajo que la cobertura de la EIL alcanza a cerca del 60% del total de asalariados registrados, relevando mensualmente unas 3.500 empresas del sector privado -de todas las ramas de actividad excluyendo el sector primario- de más de 5 y 10 personas ocupadas (según el aglomerado), Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza, Gran Tucumán, Gran Santa Fe, Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran Bahía Blanca, Gran Jujuy, Gran Mar del Plata y Gran La Plata.

Por el contrario, en el caso específico de la Encuesta de Expectativas de los Industriales que hizo el Indec para el último trimestre de 2023 arrojó un saldo general de respuesta negativo en comparación con el nivel de similar tramo del año previo: 7,6% de los casos en el empleo; 10,4% en horas trabajadas; 13,2% en el uso de la capacidad instalada; 16% en la demanda interna; 10,7% en el de exportaciones; y caída de la demanda de importaciones de insumos en 16,3% de los 5.000 establecimientos relevados.

Entre los desarrolladores de obras privadas, como más todavía de las que se concentran en la obra pública nacional y provincial, principalmente, el organismo oficial de estadística detectó también sendos resultados negativos en las expectativas para el trimestre octubre – diciembre, en el rango de los dos dígitos porcentuales de las empresas consultadas.

En el caso de quienes se dedican mayoritariamente a emprendimientos del sector privada, en actividad obtuvo un neto de -28,8% de los consultados; y en empleo -15,3%. Y entre los abocados a los contratos del sector público, las bajas netas en esos dos indicadores fueron de 48,7% en el primer caso, y 30,5% en el segundo.

Tiempo finito para revertir el ciclo recesivo

Tanto el candidato a presidente por el oficialismo, Sergio Massa, como de la nueva oposición, representada a nivel presidencial por Javier Milei, poco se han manifestado sobre las políticas que piensan implementar para revertir semejante cuadro contractivo, al parecer por la necesidad de resolver las causas que han llevado al deterioro acelerado de la economía real sin generar mayor perjuicio sobre el plano socioeconómico.

Los candidatos a la presidencia de la Nación poco se han manifestado sobre las políticas que piensan implementar para revertir semejante cuadro contractivo

Antes ese cuadro, alertó el destacado economista Carlos Rodríguez en su cuenta de X: “La economía está tan debilitada y sin crédito ni confianza, que cualquier intento organizado de desorden social acompañado de paros y piquetes podría generar un desorden financiero y una ruptura de la cadena productiva con alto costo social, independiente de quien sea el presidente. Cualquiera sea el que gane, la oposición podría acompañar por un tiempo al menos, yo sugeriría hasta las elecciones de medio término. Ahí la sociedad tendrá la oportunidad de ratificar o mostrar sus dudas sobre el rumbo elegido”.

La inercia contractiva de la actividad y de la tasa anual de inflación en retrospectiva parece inevitable. Del plan económico que anuncie el presidente electo este domingo, su consistencia y respaldo legislativo, dependerá que cambie rapidamente la tendencia negativa que proyectaron los principales empresarios en la Argentina.

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