Foto de archivo durante una sesión en Wall Street. EFE/EPA/JUSTIN LANE
Foto de archivo durante una sesión en Wall Street. EFE/EPA/JUSTIN LANE
(JUSTIN LANE/)

Fue un verdadero martes 13 para los mercados del mundo y para la Argentina que reiniciará hoy sus operaciones tras los feriados de Carnaval perseguida por una fuerte baja de más de 2% de sus bonos soberanos en el exterior.

La caída de los títulos locales no estuvo sola. La debacle que nació en Estados Unidos derrumbó los mercados emergentes. El ETF denominado EEM, que es el que los representa, perdió 1,9%, pero también cayó el de Brasil (-2,4%) y el de China (-2,3%).

El riesgo país de la Argentina, ante del derrumbe de su bonos Globales, perforó el techo de los 2.000 puntos. La suba fue de 35 unidades (+1,8%) a 2.032 puntos básicos, el tercero más alto de la gestión Javier Milei.

Los principales bonos ya están de nuevo cerca de la paridad de 40% y títulos como el AL30D bajaron a 39,50%. Las ganancias se perdieron en los pocos días que pasaron desde que la Ley Ómnibus se alejó del Congreso.

El problema, ahora, nació en la inflación de enero de Estados Unidos que midió 0,4% en el mes y 3,9% la interanual, muy por arriba de 2% que quiere la Reserva Federal, el Banco Central de los Estados Unidos.

Por supuesto, no hizo falta que Jerome Powell, el titular del organismo hiciera algún comentario. Los analistas le dijeron adiós a una inmediata baja de las tasas norteamericanas por lo menos hasta junio.

Los bonos del Tesoro pagaron el precio de la debacle de las Bolsas donde el índice Nasdaq de las tecnológicas fue el más afectado al caer 1,80%.

Los bonos del Tesoro subieron su rentabilidad a 4,32% un nivel que las convierte en esponja de los dólares de los países emergentes donde todos los bonos cayeron y sus Bolsas acompañaron el derrumbe del que no fue ajeno Europa.

Por supuesto, los ADRs -certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en los Estados Unidos- terminaron en rojo, aunque con caídas moderadas.

REUTERS/Agustin Marcarian
REUTERS/Agustin Marcarian (AGUSTIN MARCARIAN/)

La semana, que tendrá sólo tres ruedas, va a pasar varios exámenes. El primero el de la licitación de BOPREAL, que se convirtió en el título más atractivo del sistema porque rinde 18%, no tiene chances de default porque permite pagar impuestos y su demanda está en crecimiento. La serie 2 es de USD 2.000 millones de los que ya se colocaron USD 271 millones en la primera licitación y cotizará en el mercado secundario donde estos títulos, que son para cancelar la deuda con los importadores, cotizan a 68% de su valor en el exterior.

Juan Martín Yanzón, el jefe de mesa de ConoSur, conocedor de la mecánica del bono, señaló que “los compran en la Argentina y los vende en el exterior por la diferencia de precios”.

Para el ministro de Economía y creador del Bopreal, Luis Caputo, el bono impidió la hiperinflación y frenó la suba del dólar contado con liquidación (CCL). Al quitar de circulación una importante cantidad de pesos, secó la plaza e impidió que se fueran a precios o a dólar.

Por otra parte, se va ampliando la lista de importadores con acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC). Desde hoy las pymes pueden comprar hasta USD 500 mil lo que hace un total de USD 400 millones para cancelar compras en el exterior. Se cree que el Banco Central por el aumento de compradores en el MLC, verá disminuir sus compras y las reservas crecerán más lentamente.

El otro tema, es el de los mercados globales. La Bolsa venía de una rueda de recuperación, pero los mercados del mundo cayeron y pueden atentar contra este rebote. Los bonos de la deuda pueden ser afectados, aunque están en precios de oportunidad.

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