Congestión de tránsito
Los embotellamientos de tránsito son un mal general de la humanidad. Quizás el día que en el mundo sólo haya vehículos autónomos, podremos comprobarlo (Getty)

Pasa en las mañanas, pasa por las tardes, y también los fines de semana para salir de las ciudades el sábado temprano o regresar el domingo a última hora. Es infalible, pareciera que cuando más apurados estamos, más lento se pone el tránsito. En realidad es el reflejo de una conducta que se repite en miles de personas a la misma hora y en el mismo lugar.

Por qué se producen los embotellamientos es algo que, aunque tiene explicación, nadie ha podido resolver prácticamente en todo el mundo. Enormes ciudades de China, de cualquier país de Europa, de Estados Unidos o incluso de Brasil, que tiene las famosas filas de decenas de kilómetros de autos que no avanzan por horas en Sao Paulo, son el mejor reflejo de ello.

Existe el embotellamiento real y el embotellamiento fantasma, pero como casi siempre ocurre cuando quedamos en un atasco de autos, el motivo que lo causa no lo podemos saber porque puede estar varios kilómetros adelante. Precisamente por eso es que nuestra conducta será determinante para mejorar o empeorar la situación, para el conjunto de autos, pero para nosotros mismos también, ya que mágicamente, lo que sea que hagamos regresará a nosotros.

Congestión de tránsito
El embotellamiento puede ser causado por un obstáculo físico, pero también por la actitud de los mismos conductores. A veces nuestro comportamiento empeora la situación (Getty)

Deténgase a pensar cuántas veces ha cambiado de carril porque el de al lado parecía ir más rápido y justo en ese momento se frena y empieza a avanzar el que acabamos de abandonar. No le pasó sólo a usted, les pasa a todos. Ese es el efecto de boomerang del tránsito.

El embotellamiento fantasma, como es fácil de imaginar, es aquel que no lo causa ningún agente externo que impida el paso, tanto sea un auto detenido por una avería o un accidente, como una manifestación de cualquier tipo, los famosos piquetes nuestros de cada día. La única razón que lo causa es la distracción y la falta de una distancia razonable entre autos. Un auto frena por alguna razón, el de atrás también lo hace, y los que lo siguen frenan con más fuerza, hasta que tantos son los que lo hacen que quedan parados. Varios estudios reflejan esta situación explicando que si entre 1.500 y 2.000 autos frenan en un embotellamiento fantasma, el último tardará entre 20 y 30 minutos en arrancar respecto al momento en que el primero de la fila lo haya hecho.

Así que lo que proponemos son algunos consejos que ayuden a no agravar la situación y evitar complicar más aún las cosas y terminar siendo víctimas de nuestra propia conducta.

Congestión de tránsito
Si se mantiene una distancia de dos autos o dos segundos con el vehículo de adelante, se podrá variar la velocidad sin tener que frenar a cero (Getty)

1. Mantener distancia

No es necesario que dejemos más de dos autos con relación a quien está adelante, pero si hay entre 8 y 10 metros, cualquier variación leve de la velocidad se podrá prever disminuyendo la marcha y sin frenar. Cuando se encienden las luces de freno de un vehículo, por instinto, todos pisan el pedal de freno, y es cuando empieza a alargarse el efecto. El mejor modo de calcular la distancia es tomar un punto fijo como un puente o un cartel, y contar dos segundos, de acuerdo a la velocidad, esa será la distancia aconsejada.

2. Dejar siempre libre el carril central

Esta es una costumbre que en Argentina no la tenemos incorporada, pero que todos deberíamos practicar. En Europa es muy común encontrar, apenas empieza a frenarse el tránsito, que todos los conductores empiezan a abrirse hacia los laterales para dejar libre un pasillo central. La razón es que si lo que está causando el atasco de autos es un accidente, los servicios de asistencia deben poder llegar rápidamente y no tener que estar esquivando autos. Lamentablemente, solemos hacer lo contrario, ya que apenas vemos un carril libre, lo ocupamos para avanzar apenas unos metros y nada más.

Congestión de tránsito
Los cambios de carril son uno de los motivos principales por los que un embotellamiento se empieza a extender y ralentizar cada vez más (Getty)

3. No cambiar de carril

Por lo explicado anteriormente, este es uno de los principales causales de los embotellamientos, y más aún si los cambios de dirección se hacen sin advertir con las luces de giro. Cuando la impaciencia toma el protagonismo del estado de ánimo de los conductores, es normal ver que un vehículo repentinamente sale de su línea y pasa a la de uno de sus lados. Lo hacen así para que el auto delante del que se van a situar, y que quizás viene dejando la distancia recomendada, no acelere para impedirle entrar en su carril.

Cada vez que se cambia de carril, sólo se está haciendo más lenta y más larga la fila de autos atrás. Y la actitud egoísta de pensar que el problema lo tendrán otros, también la pueden tener quienes van delante, así que es cuestión de ser solidarios entre todos para que estos embotellamientos no sean peores todavía.

4. Cuidar el embrague

Si bien cada día son más los autos con caja automática, todavía son mayoría los que tienen tres pedales y una palanca de cambios con selectora de marchas. Cuando el tránsito avanza lentamente, es muy común que muchos dejen la primera marcha colocada y sólo avancen usando el embrague todo el tiempo, tanto para mover las ruedas como para poder frenar sin que se detenga el motor.

Lo que hay que hacer es no usar el embrague en momentos en los que el tránsito no avanza. La forma de cuidar el embrague es usándolo para mover el auto, desacoplarlo rápidamente y dejar que el auto avance con primera pero sin presionarlo, porque no se va a parar el motor si el flujo de tránsito es de 10 km/h. Los autos están preparados para hacerlo sin tener que apelar al tercer pedal. Y una vez que ya se está rodando, cuando todos frenen nuevamente, simplemente se debe empujar la palanca hacia el punto muerto mientras se pisa el freno y el cambio saldrá sin presionar el embrague para hacerlo.

Cuando el tránsito avanza muy lentamente, es importante mantener controlada la temperatura del motor y administrar el uso del embrague en los autos con caja de cambios manual
Cuando el tránsito avanza muy lentamente, es importante mantener controlada la temperatura del motor y administrar el uso del embrague en los autos con caja de cambios manual

5. Controlar la temperatura del motor

La otra cosa que puede pasar es que de tanto ir despacio, en primera marcha y muy cerca de los autos de adelante, el motor no reciba la refrigeración necesaria y empiece a levantar temperatura. Si el sistema de refrigeración funciona bien, ese no será un problema porque al llegar a 90 grados, se encenderá el electroventilador, pero si algo falla o el radiador no tiene suficiente líquido refrigerante, comenzará a subir la temperatura hasta niveles peligrosos. Siempre hay que estar atentos al olor y el humo. El auto avisa antes de pararse por este motivo.

Si la temperatura es muy alta, lo recomendable es ir hacia la banquina derecha y parar, y dependiendo la gravedad del problema, llamar a un auxilio mecánico. Abrir la tapa el radiador cuando está muy caliente es muy peligroso ya que se trata de líquido hirviendo que saldrá con fuerza por la alta presión que tiene y las quemaduras en las manos y la cara suelen ser la peor consecuencia de no esperar a que el motor se haya enfriado.

6. Mantener la calma y la atención

Los nervios, la bocina, los insultos o las aceleradas nerviosas no van a hacer que el tránsito avance más rápido. Al contrario, quizás terminan ocasionando una demora mayor si cualquiera de los automovilistas tiene una mala reacción a ese tipo de actitudes. Ser justiciero vial no ayuda sino que empeora las cosas, así que lo más recomendable es quedarse en el mismo carril, tomar las cosas con la calma de saber que no se puede hacer nada para acelerar los tiempos, y sin embargo sí se puede ralentizar más aún con una conducción errática.

Algo que también suele suceder es que, ante el apuro por llegar a destino y la impotencia de no poder hacerlo, muchas personas empiezan a usar el teléfono para hablar, para usar la mensajería instantánea o simplemente para leer algo pendiente como un mail o incluso alguna noticia de su interés. Ese es el momento en el que, confiando en que los autos irán muy lento, se quita la vista del parabrisas para mirar el teléfono. Y los sustos son como mínimo una gran frenada, cuando no son un golpe contra el auto que está adelante y que no fue percibido a tiempo.

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