Contrabando de cigarrillo

Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas desarticularon el contrabando de más de mil paquetes de cigarrillos en el Centro de Frontera Cristo Redentor, en Mendoza. Estaban ocultos en un camión de matrícula argentina que transportaba cal y se dirigía hacia Chile. La mercadería en infracción, cuyo valor asciende a $650.000, fue incautada por el ente de control.

Según describieron desde Aduana, la detección de la irregularidad comenzó con un control de rutina, cuando personal del organismo apostado en el complejo de cargas Uspallata inspeccionó un camión proveniente de la provincia de San Juan. El personal entrevistó al conductor, un ciudadano argentino, pero sus respuestas generaron algunas dudas. Por ello, decidieron apelar a un método de control no intrusivo, la scan van aduanera, para despejarlas.

Tras la inspección del escáner, los resultados estaban a la vista, las imágenes mostraban una densidad sospechosa en diferentes partes del camión —concretamente, en la cabina y en la tolva del semirremolque, a la altura de las ruedas. En ese momento, habiendo advertido los bultos en la pantalla del escáner, los agentes de la Aduana dieron aviso al Juzgado Nº1 de la Ciudad de Mendoza, que ordenó realizar una inspección física exhaustiva.

Fue entonces cuando el personal especializado de la Aduana procedió a revisar el interior del camión y corroboró sus sospechas: en efecto, había 4 cajas negras con nada menos que mil paquetes de cigarrillos. Dos de las cajas estaban abajo del colchón del conductor, en la cabina, y las otras dos fueron halladas debajo de la tolva.

Tras el operativo, los agentes aduaneros aforaron la mercadería y determinaron que su valor asciende a $650.000. El conductor quedó citado para declarar como imputado en la causa por contrabando.

También ajo y cebolla

En otro sector de la frontera, en el límite con Brasil, Aduana detectó en los últimos días otros dos intentos de contrabando.

Por un lado, agentes especializados descubrieron serias irregularidades en un exportador que había presentado facturas de dudosa procedencia para intentar vender 28 mil kg de cebollas a Brasil. El ardid fue descubierto durante un control realizado por agentes aduaneros en Santo Tomé, en la provincia de Corrientes.

Contrabando de cigarrillo
No se pudo verificar el origen de 28 mil kilogramos de cebolla.

Todo comenzó durante el proceso de fiscalización de un cargamento que iba rumbo a Brasil. El operador presentó la documentación correspondiente y, tras realizar cruces de datos, la Aduana constató una falta de trazabilidad en las operaciones del exportador, que no pudo justificar en forma convincente cómo había adquirido la cebolla en el mercado interno. En ese marco, se presume que la mercadería había sido adquirida en forma irregular.

Así, la Aduana descubrió que el exportador pretendía justificar la adquisición de mercaderías con facturas emitidas por contribuyentes sin capacidad económica ni financiera para ello. Asimismo, estaban registrados en actividades que nada tenían que ver con la producción agropecuaria.

La investigación llevada adelante por la Dirección General de Aduanas, además, determinó que el operador no cuenta con respaldo patrimonial, logístico, económico ni financiero para su volumen de exportaciones. Tras el descubrimiento, el organismo que dirige Guillermo Michel no autorizó la exportación e incautó las 28 toneladas de cebollas, cuyo valor se estima en USD 5.800.

Previamente, agentes aduaneros apostados en Puerto Iguazú, Misiones, habían frenado una exportación de ajos a Brasil por la falta de trazabilidad de la mercadería.

Contrabando de cigarrillo
Unos 25 mil kilos de ajo fueron incautados por inconsistencias en su trazabilidad.

La destinación, que iba a bordo de un camión con matrícula brasileña, consistía en 25 mil kg de ajos frescos de origen mendocino, valuados en USD 27.500. Sin embargo, la Aduana advirtió que el exportador pretendía justificar la adquisición de mercaderías en el mercado interno con facturas emitidas por contribuyentes sin capacidad económica ni financiera para ello.

En ese marco, al igual que en el caso de las cebollas, se presumió que la mercadería fue adquirida de manera irregular, en incumplimiento de las correspondientes obligaciones fiscales. Incluso, había razones para creer que, una vez realizada la operación, las divisas luego no iban a ser ingresadas a la Argentina.

En efecto, la maniobra en cuestión responde a un ciclo problemático que la Aduana viene detectando con relación a los productos primarios: operadores simulan operaciones y utilizan intermediarios para exportar y no liquidar debidamente las divisas obtenidas.

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