Porsche Mission X
El Porsche Mission X es un auténtico auto de carreras convertido en auto de calle, con un tratamiento aerodinámico distinto a sus competidores

19 veces en 100 años de historia de la carrera, Porsche se llevó la victoria en las 24 horas de Le Mans. Este año se produjo su regreso a la competición en la categoría máxima con su primer Hypercar de competición, pero no estuvo en la lucha directa por la victoria. Quedó para Ferrari, nada menos, que era la otra gran marca que por su tradición era ideal que se llevara el premio máximo en una edición tan importante como la del centenario.

Pero las carreras de resistencia han sido siempre un sinónimo de Porsche, que empezó a competir en 1951 y recién en 1970 pudo ganar por primera vez. Lo hizo con el legendario 917, al que luego sucedieron éxitos con el 908, el 935, el 936, el 924, el 956, el 962, el 911 GT1 y el 919 Hybrid, y en medio las múltiples victorias de los 911 en sus distintas configuraciones GT.

Porsche Le Mans 1
Desde 1951 Porsche corre las 24 horas de Le Mans, en la que venció 19 veces a partir de 1970. El nuevo modelo tiene el adn de la mítica carrera francesa

Tan clásico es un Porsche en Le Mans, que aprovechando la semana de las 24 horas de este año, decidieron presentar un concepto de Hypercar eléctrico, con el que entrarán en la nueva era de hacer superautos con propulsión exclusivamente a baterías.

El modelo lleva el nombre de Porsche Mission X, que llega diez años después del último modelo de este particular y exclusivo segmento, ya que el anterior fue el Porsche 918 Spyder, presentado en el Salón de Frankfurt de 2013. Ese modelo tenía un motor V8 de 4.6 litros y 608 CV de potencia, pero el nuevo concepto que acaban de presentar será mucho más en todo aspecto.

Porsche Mission X
Aerodinámicamente, el Porsche Mission X no tiene el gran alerón trasero del 963 LMDh, pero sí un ala activa y un difusor de dimensiones exageradas para pegarlo al piso

Por diseño, el Mission X tiene un semblante que lo asocia con el 963 LMDh con el que corre este año en IMSA y en el WEC, los dos campeonatos más importantes de Endurance actuales, aunque a diferencia del auto que corrió en Le Mans entre sábado y domingo, este no tiene propulsión híbrida sino puramente eléctrica. La mayor diferencia entre ambos modelos es la ausencia del gran alerón trasero del auto de carreras y la reducción de la superficie de los pontones laterales para permitir un habitáculo más apropiado a un auto que llevará dos pasajeros en las calles y no un piloto en una pista.

Técnicamente no se han dado mayores especificaciones, pero sí se ha dicho que cargará dos veces más rápido que el Porsche Taycan Turbo S, que tendrá una relación peso/potencia de 1:1, mayor carga aerodinámica que el Porsche 911 GT3 RS, y que debe ser capaz de batir el récord de la mítica pista de Nürburgring en el apartado de los autos exclusivamente eléctricos.

Porsche Mission X
La cabina vidriada es práticamente una cúpula. La altura del auto es de sólo 1,20 metros

El diseño de la carrocería es realmente eficiente, pero distinto al de otros hypercars eléctricos como el Rimac Nevera o el Pininfarina Battista, que por cierto no sólo comparten el tren de propulsión sino también el concepto de diseño. El Mission X tiene un habitáculo con forma de burbuja que se eleva en medio del automóvil, con una cúpula vidriada con un exoesqueleto de plástico reforzado en fibra de carbono que se extiende sobre los dos pasajeros.

Mide 4,5 metros de largo, 2 metros de ancho, 1,2 metros de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,73 metros, dimensiones muy similares en general a las de la plataforma del Porsche Carrera GT y también del 918 Spyder. En el tren delantero tiene rodado de 20 pulgadas que crece a 21 pulgadas en las ruedas posteriores.

El interior es asimétrico, con más espacio y todo un cockpit alrededor de la butaca del conductor, con un volante muy similar al de los autos de carrera, no solo en equipamiento tecnológico sino en dimensiones. Incluye botones de distintas funciones las levas de cambio. Entre ambos asientos, una consola central de grandes dimensiones y altura suficiente para separar lo que serían dos espacios completamente cerrados para cada uno, es otro aspecto bien de competición, que termina tomando forma con los cinturones de seguridad, de seis puntos que van fijados al chasis.

Porsche Mission X
El interior define claramente el cockpit del piloto y del acompañante, marcando otro rasgo auténticamente de auto de competición

El perfil aerodinámico es tan elaborado al punto de no tener espejos retrovisores, que han sido reemplazados por cámaras, y si bien no tiene el alerón de un auto de carreras, hay un ala dinámica activa que ofrece un apoyo mayor, y que se complementa con efecto suelo y un gran difusor trasero, para que el agarre al piso no sea por choque de aire (drag) sino por sustentación basada en el paso del flujo por la parte inferior.

No hay aún fecha de producción ni precio, aunque se espera que ambos sean develados antes de fin de año. Lo que sí es seguro, es que tendrá una reducida producción, acorde a su valor de compra y a la performance que pondrá a disposición de las manos y los pies de sus conductores.

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